Primera | Real Madrid - Espanyol
De la Peña vuelve para medir al Madrid de Raúl
El capitán blanco regresa al once. Tamudo apunta al banco
Todo parece encajar de pronto en el Real Madrid. Lo que creímos una plantilla corta y descompensada se ha revelado como un grupo compacto y sufi ciente. Nadie echa en falta estrellas, ni desborde por la derecha, ni cristianos ni ronaldos, y cada vez son menos las voces que reclaman un sustituto de garantías para Van Nistelrooy, quizá porque no existe tal cosa o persona. Hasta Schuster bromea. Las rotaciones funcionan y se asumen. Los jóvenes crecen y Raúl lo acepta elegantemente, aunque no pidan que sonría. El Espanyol visita hoy ese país de las maravillas.
Se comprende la inquietud del invitado. Para afrontar un partido en el Bernabéu con cierta seguridad habría que extender el marcaje del campo a las gradas y de allí a los antepasados. Y no hay tantos pericos. Para combatir al Madrid en su estadio no basta con jugar al fútbol, sería demasiado sencillo. Para desafiarlo hay que controlar la temperatura, lo invisible y, además de hacer lo correcto, ejecutarlo en el momento oportuno.
El Espanyol lo sabe y lo lleva tatuado. Hace dos años ganaba 1-3 en el 33? y terminó perdiendo 4-3, con un último gol de Higuaín en el 86?. La pasada campaña se adelantó en el 28? y también acabó por ceder, 2-1. Siempre entre aplausos, siempre sin puntos.
En estos casos es habitual que alguien recuerde que la Liga del Espanyol, ese torneo particular que oscila entre Europa y la salvación, no se disputa en el Bernabéu, y que desde esa perspectiva no hay nada que perder y mucho que ganar. Pero es cuestionable. Además del marcador están las secuelas. Abandonarse es un peligro de tunda y relajarse es un riesgo de goles. Echarse atrás es morir despacio y salir arriba también es una historia con final conocido.
Desafío. A esa encerrona se mide Tintín Márquez, que jamás venció en el Bernabéu como futbolista con tupé (de ahí el apodo): un empate y tres derrotas. Y regresa con un equipo afectado en lo físico. El central argentino Martín Pareja, su fichaje más caro esta temporada (cinco millones), es duda por una capsulitis en el tobillo derecho. Si no pudiera jugar, Sergio Sánchez pasaría del lateral diestro al centro y Chica ocuparía su puesto en la banda. También el francés Béranger arrastra molestias. El irlandés Finnan es baja por lesión, como Valdo, Torrejón y David García.
Más arriba hay un sol entre nubes: vuelve el genial Iván de la Peña, al que inspira el Bernabéu. Su misión será surtir de balones a Luis García y, probablemente, al joven Jonathan (23 años), el máximo goleador en la historia de la cantera del Espanyol. En esas tareas de suministro le acompañará Nené, que jugará después de que Competición haya retirado la tarjeta que vio contra el Barcelona. Será, por cierto, lo único que le devuelvan al Espanyol de ese partido. Schuster, caballeroso y quizá irónico, aplaudió ayer esa rectificación. Y no olvido a Tamudo, es él quien anda perdido: no marca un gol desde el pasado 5 de enero (doblete al Villarreal). Trece partidos desde entonces.
En el Madrid juega Raúl y lo demás es casi accesorio. A falta de comprobar sus efectos en la historia del fútbol, las rotaciones habrán servido para hacer la transición del Raúl divino al humano. Y es acierto de Schuster que sus reapariciones coincidan en el Bernabéu, donde sigue siendo el rey y su palabra es la ley. Los antecedentes del capitán contra el Espanyol también resultan alentadores: 13 goles en 25 partidos de Liga.
La legión. Con Marcelo de baja por expulsión, el Madrid repetirá su defensa legionaria e invicta: Ramos, Pepe, Cannavaro y Heinze. En el medio campo repiten Sir Diarra, Van der Vaart y De la Red. Sneijder, que se lesionó el 2 de agosto y ha adelantado un mes su recuperación, tendrá minutos en la segunda parte.
Desde que ganó en 1996 (1-2), el Espanyol acumula un empate y once derrotas en sus últimas visitas al Bernabéu. Tintín, en su aventura, también lucha contra eso.
A por la séptima victoria seguida
El Madrid, después de perder en Riazor (2-1), ha enlazado cuatro victorias contra el Numancia (4-3), Racing (0-2), Sporting (7-1) y Betis (1-2). Contando los dos triunfos en Champions, frente a BATE (2-0) y Zenit (1-2), el conjunto blanco suma seis triunfos seguidos: la mejor racha de Schuster de entrenador. El Madrid no gana siete partidos seguidos desde la temporada 2006/07.