Sólo el césped artificial mantiene vivo el partido

El gol de Adriano en el Sánchez Pizjuán, cuando algunos pitos recriminaban el mal juego, debe convertir la cita europea en un paseo por la maravillosa ciudad donde nació Mozart. En un puro trámite, como diría el clásico cronista. El 2-0 almacenado traslada toda la presión a los toros rojos de Salzburgo, cuyo presidente, el millonario Mateschitz, ha invertido 50 millones en la construcción de su sueño.

Sin UEFA, la gloria de expandir su juguete quedará aniquilada. Por eso, los austríacos saldrán a tumba abierta para hacer ver que la remontada es posible. Para lograrlo, han lanzado una campaña en los medios bajo el lema: 'Wunder von Salzburg', algo así como 'el milagro del Salzburgo'. Para apretar más las clavijas, el director deportivo Heinz Hochhauser ha advertido que la eliminación provocaría recortes en la plantilla más cara de Austria. El Sevilla ejecutará un plan para frenar sus intenciones. Plan del que luego hablaremos.

Pero hay un asunto que preocupa muchísimo a la expedición sevillista: el césped artificial del Wals-Siezenheim-Salzburgo. Si el presunto 'efecto Mozart' se utiliza para designar los efectos de la música sobre el comportamiento humano, el Salzburgo tirará del 'efecto hierba sintética' para intentar dinamitar el encuentro. Los jugadores deberán adaptarse pronto a las condiciones del terreno para evitar el peligro que anunciaba Duscher: "Si nos marcan un gol pronto, sufriremos". Y desde aquí es donde partirá el plan de Jiménez. Veamos.

El técnico mantendrá el bloque principal, con algunos retoques. Konko y Escudé podrían salir en defensa. Navarro seguirá para aprovechar su rapidez en un campo en el que la pelota toma mucha aceleración. Duscher y Fazio o Maresca ayudarán a cerrar las líneas. Posiblemente, Adriano juegue por Capel. Y arriba saldrá Kanouté para ser la referencia y el punto donde el Sevilla pretenderá enfriar el partido. Su acompañante es una incógnita. Apostar por Romaric con el campo rápido sería una temeridad. Renato acaba de salir de una lesión, pero a Jiménez le enamora el recurso de colocarlo como segunda punta. Se armarán defensivamente para intentar matar en una contra.

El Salzburgo ha depositado sus ilusiones en Janko, la joven promesa austríaca. En Sevilla no estuvo por una lesión. El milagro sólo pasaría por su acierto. El campo se llenará. La distancia entre los dos es sideral. El césped artificial es lo único que mantiene viva una eliminatoria casi sentenciada.