El empate complica el futuro de Luis Aragonés

El Fenerbahçe no consiguió pasar del empate 0-0 ante un bien preparado Dinamo de Kiev, lo que deja a los hombres del ex seleccionador español Luis Aragonés últimos del grupo G de la Liga de Campeones.

Los aficionados del Fenerbahçe respondieron a los llamamientos de Aragonés y los dirigentes del club para que llenaran el estadio en señal de apoyo a su equipo, que no está teniendo un inicio de temporada fácil. Las gradas del Sükrü Saraçoglu se tiñeron de los colores azul y amarillo del Fenerbahçe y del griterío de los seguidores, de esa pasión que ha hecho que los brasileños Alex (el querido capitán de la escuadra turca) y Roberto Carlos hayan permanecido en Estambul.

Fuera del estadio, hasta los vendedores de kebab se ocupaban de calentar el ambiente: "Entren, entren, aquí comió Álex y de aquí se largó sin pagar Kezman (el malogrado delantero serbio ahora en el Paris Saint Germain)". Pero eso no es suficiente para ganar, ya que los resultados se dirimen en el campo.

El Dinamo se presentó con un equipo defensivamente fuerte para poder utilizar su arma más dañina: los contraataques. Y eso es lo que hicieron los de Yuri Semin, esperar ordenadamente y construir rápidamente los ataques. El Fenerbahçe, nervioso por conseguir un gol y con un Roberto Carlos sin brillo y medio centro del campo prácticamente desaparecido, no podía pensar las jugadas ante los veloces repliegues del equipo ucraniano.

El español Dani Güiza, solo en punta, poco podía hacer contra el duro marcaje eslavo y ante la escasez de balones que le podía hacer llegar Alex. Además, la técnica y la velocidad de Ninkovic en la banda derecha superaba a los defensas turcos que, en el minuto 16, vieron como éste se escapaba para colgar un centro que casi fue gol porque el meta Volkan Demirel y el brasileño Edu no se aclararon sobre quién debía despejarlo.

La primera ocasión de peligro para el Fenerbahçe no llegó hasta el minuto 20 cuando el chileno Claudio Maldonado, tras recibir un centro, dejó un buen balón dentro del área a los pies de Álex, quien toco de tacón para Güiza, pero la defensa ucraniana fue un segundo más rápida y logró despejar. El portero turco Volkan, a punto estuvo de regalar otro gol a la media hora de encuentro cuando no supo despejar por dos veces una pelota a por la que había salido fuera del área, aunque se resarció en la siguiente jugada cuando le quitó de los pies la bola al delantero guineano Bangoura.

La regañina en el vestuario de Aragonés pareció surtir efecto en los "canarios" turcos, que salieron con mayor ímpetu y, en los tres primeros minutos de la segunda parte, consiguieron varias buenas ocasiones de gol, la primera con un disparo del siempre efectivo Alex y la segunda en una "melé" en el área ucraniana con tres disparos turcos que salvó in extremis el portero Bogush.

Esta vez sí, un Fenerbahçe mucho más organizado se echó arriba consiguiendo por momentos poner contra las cuerdas al equipo de Kiev, pero le faltaba la definición necesaria para culminar las jugadas con acierto y eso es peligroso contra un equipo que juega bien al contraataque y que estuvo cerca del gol en un par de ocasiones en las botas de Shatskikh y Aliyev.

Para colmo, el brasileño Alex, el mejor jugador del equipo, hubo de ser sustituido por las molestias que le ocasionó un encontronazo con un jugador ucraniano. Güiza tuvo la que quizás fue la mejor oportunidad del partido al quedarse solo frente al portero ucraniano pero, una vez más, el rival fue unos instantes más rápido.

El Dínamo se mostró más preparado para aguantar el nivel de la máxima competición europea ante un Fenerbahçe, eso sí, plagado de bajas, que sigue invicto como local en partidos de la Liga de Campeones desde noviembre de 2005. Pero es poco consuelo ya que el empate le deja último del Grupo G, a Luis Aragonés en una posición incómoda y a algunos aficionados -aún la minoría- pidiendo la dimisión de los directivos del Fenerbahçe.