Los lunes del Asador Donostiarra | El Salamanca pasa revista
"Dos años en Primera sanearían al Salamanca"
El Salamanca ha dejado de hablar de agobios económicos para entregarse al sueño del ascenso. Juan José Pascual, el presidente; Torrecilla, el director deportivo, y Quique Martín, la estrella, lo analizaron en el Donostiarra.
A veces, el fútbol es una operación a corazón abierto: en días se pasa de la extrema gravedad a la recuperación milagrosa. Lo ha vivido el Salamanca, que hace dos meses tuvo a la venta su plaza en Segunda y ahora es colíder de la categoría. En cualquier caso, se teme una convalecencia larga por los 24 millones de euros de deuda que arrastra, una piedra atada al cuello de un club histórico que ha jugado doce temporadas en Primera. "Cuando se desató la crisis mundial ya era vieja la crisis del Salamanca. Así que aquí estamos acostumbrados a la austeridad. Sobrevivir ya es un milagro", explica su presidente, Juan José Pascual (El Payo, Salamanca), promotor inmobiliario que hace un año adquirió el 51% de las acciones del club. Miguel Montes Torrecilla (Morille, Salamanca, 1969), ex jugador de la entidad y ahora secretario técnico, y Quique Martín (Avilés, Asturias, 1972), el ídolo de la afición, asienten resignados en la tertulia con AS. "Por un momento nos planteamos la venta de la plaza. Eso nos obligaba a empezar desde Tercera pero reducíamos a cero la deuda. Y tuvimos sobre la mesa una oferta de una Comunidad Autónoma de 20 millones. Dijimos que no, porque tampoco teníamos muchas ganas de vender".
El Salamanca pactó con el Ayuntamiento dos permutas de terrenos (los que circundan el Helmántico a cambio de suelo para levantar viviendas de protección oficial). La segunda está ahora en marcha. Y perseguía una tercera, que incluía el propio estadio (propiedad del club). Para ello, invocó un protocolo que lo recogía, pero el Ayuntamiento (propietario, junto a Caja Duero y la Diputación, de un 5% de las acciones) se plantó. El club esperaba ingresar 21 millones en la operación, lo que le hubiese puesto casi a cero. "El Ayuntamiento llegó hasta donde podía llegar. Sin su colaboración el Salamanca quizá no podría competir". El caso es que la situación económica sigue siendo complicada. "De aquí a final de año esperamos reducir la deuda en cuatro millones y después la Ley Concursal es una posibilidad", reconoce Pascual. "Además, con el nuevo convenio colectivo a los jugadores se les garantiza el cobro", remata mirando de reojo a Quique. Hacienda, Seguridad Social y Stelea son los tres principales acreedores. El ex meta rumano, que jugó en el Salamanca entre 1997 y 2004, reclama 1,2 millones de euros. "De hecho, pidió la subasta de la plaza, pero lo hizo fuera de plazo y el juez lo desestimó. Ahora estamos cerca de llegar a un acuerdo". Pascual recuerda que el Salamanca es el único club de Segunda que no goza del amparo de una televisión autonómica. En concepto de derechos audiovisuales percibe 1,2 millones esta temporada, que serán 2,3 la próxima tras el acuerdo con Mediapro. La productora ya les ha adelantado 600.000. "Si estamos dos años en Primera y no nos volvemos locos, limpiaremos la deuda del club. Ahora, es difícil mantenerse. El otro día hablaba con Roig, presidente del Villarreal, que me decía: 'Cuando ascendimos la primera vez aprobamos un presupuesto de diez millones'. '¿Y qué tal os fue?', le pregunté. 'Descendimos', me contestó", cuenta Pascual. La ficha media en el Salamanca es de 70.000 euros y la más alta no supera los 100.000. Los sueldos se duplicarían automáticamente si se produce el ascenso. "Para nosotros, el ejemplo a seguir es el Numancia". El patrocinador, Caja Duero, paga al club medio millón de euros al año y la Junta de Castilla y León colabora con 120.000. Por abonos y venta de entradas se recauda más de un millón.
Los fichajes.
Con su triunfo en Girona, el Salamanca firmó su mejor inicio en los últimos quince años y, sin embargo, resulta difícil dejar de hablar de dinero. O de cómo administrar el poco que se maneja: 4,9 millones este año. Torrecilla lo explica: "El presidente ha dado prioridad al trabajo de la secretaría técnica. El año pasado hicimos catorce fichajes, diez de los cuales no habían jugado nunca en Segunda. Éste hemos incorporado a siete, todos a coste cero, aunque de otro perfil: tienen experiencia en la categoría".
Torrecilla, su hermano José Antonio (ex jugador de Atlético y Valladolid) y Ángel Medina forman el equipo técnico. Ven nueve partidos en directo los fines de semana y quince en vídeo entre lunes y viernes. "Todos de ligas en las que podemos fichar: Francia, Polonia, Grecia, la Segunda inglesa, la Segunda alemana, los equipos de perfil bajo de la Primera portuguesa... Los jugadores lusos están bien vistos aquí gracias a Alves, Pauleta o Zé To". En los viajes se establecen rutas que permiten presenciar dos o tres partidos de una misma zona: "Siempre vamos en coche. Y hemos mejorado. Antes conducíamos un Ford Focus de 220.000 kilómetros y ahora un concesionario Audi nos deja tres A-6 para movernos". El presidente justifica los beneficios del sistema: "El presupuesto de la secretaria técnica es de 150.000 euros. Esta temporada vendimos al Almería a David Rodríguez por 400.000. Encontrar un buen jugador y venderlo da para buscar otro durante tres años".
Un acuerdo con el Arsenal también ayuda. Los gunners les prestan jugadores extracomunitarios y los repescan cuando su estancia en España les permite obtener un pasaporte europeo. "Ese acuerdo lo firmaron con el Celta. Les cedieron a Vela con 16 años y creyeron que no estaba para Primera. Buscaron un equipo para él en Segunda y nadie salvo nosotros le quiso. A partir de ahí el Arsenal rompió con el Celta y firmó con nosotros. Estamos obligados a acoger dos jugadores suyos por temporada, aunque son flexibles y admiten que pueda ser sólo uno. Ahora mismo están Botelho y Nordtveit, aunque éste es comunitario. El acuerdo es bueno para ellos y para nosotros, porque mejora nuestra imagen. Ahora hay diez clubes españoles que quieren firmar un acuerdo similar con el Arsenal".
América.
El Salamanca también ha emprendido la aventura americana patrocinando una academia de futbolistas en Córdoba, Argentina. En breve 'examinará' a las mejores promesas. Y el presidente, propietario del 10% de las líneas aéreas del Congo, proyecta una escuela allí: "Es una forma de ayudar a ese país y de formar jugadores, aunque muchos no lleguen al Salamanca. En modesto, nuestro espejo sería el Oporto, que tiene 50 jugadores en nómina, pero 27 de ellos cedidos en otros clubes". Y luego están los que dé la propia cantera, que agrupa a 250 chavales. Tres ya están en el primer equipo: Toti, Jorge Alonso y Carlos. Y los que puedan pescar en los filiales de los grandes. "Eso es difícil, porque el presidente quiere jugadores en propiedad a los que se pueda sacar rentabilidad si funcionan y los poderosos sólo admiten cesiones. Y muchas veces sólo a equipos de Primera".
La dirección deportiva tiene la competencia exclusiva en los fichajes: "El entrenador ha de preparar la plantilla que se le entregue", explica Pascual. "Y debe participar del gusto de nuestra afición, que desde la época de Lillo, quien estrenó en el Salamanca el 4-2-3-1, exige elaboración y buen trato a la pelota", aclara Torrecilla: "Yo traje a David Amaral (técnico actual) porque en la Ponferradina había apostado por un estilo muy ofensivo y porque no miraba la edad a la hora de hacer una alineación. Y es que en nuestra plantilla hay diez jugadores de 23 años o menos".
El futuro es modesto, pero no sombrío. Lo explica Quique Martín, criado en la cantera del Barça, a la que le llevó un buen informe de Bruins Slot para Cruyff, y que vive su tercera etapa en el Salamanca. Con 35 años, su pierna izquierda le mantiene como ídolo, pese a que para renovar debe jugar 25 partidos este curso: "Tenemos derecho a soñar. En Segunda puede subir cualquiera de los 22. Yo no hubiese apostado un euro por Numancia o Sporting al comienzo de la temporada pasada". Y subieron. En gran medida por el apoyo de una afición que en Salamanca es extremadamente corta: 170.000 habitantes en la ciudad sólo dan para 5.000 socios. "La hinchada se apagó en 2000, cuando se perdió un ascenso cantado. Sacábamos 14 puntos al cuarto, pero en la segunda vuelta firmamos una racha horrorosa: tres puntos de 33 posibles". En Primera el club llegó a tener 14.000 abonados. Ahora, Pascual tiene prevista una campaña de captación para mejorar el aspecto de la grada. Muchos veteranos ilustres se han ofrecido "para ir de puerta en puerta, si es necesario" . "Es cierto que ahora no acuden muchos, pero los que lo hacen, animan de verdad, aunque esta afición no es de aplauso fácil, sino muy exigente", afirma Torrecilla. Lo justifica la historia.