Segunda | Xerez 0 - Córdoba 1
Casas destrona Chapín
El Xerez reclamó dos penaltis en un vibrante derbi
Chapín parecía un fortín inexpugnable hasta que el Córdoba sacó su arsenal. Hasta ayer apenas importaba el rival, ni tan siquiera que el Xerez fuera a contracorriente gran parte de los partidos. Tarde o temprano asomaba Antoñito y en una acción maestra daba la vuelta al resultado. Pero esta vez fallaron los pronósticos. El conjunto blanquiverde tiró de un oficio exquisito para salir airoso en un envite sobrecargado de revoluciones y que llevó a Gastón Casas a casi ser declarado persona non grata en Chapín. El argentino marcó de penalti y desquició a los aficionados azulinos con el otro fútbol, ese que también gana partidos y que muy pocos saben emplear.
Desde el principio se vio que el Xerez no se encontraba a gusto. Ito y Carpintero formaron una muralla en la medular que apenas dejó resquicio para la calidad de Viqueira. El 'Mago' nunca encontró su sitio en el derbi y su equipo lo notó. Sólo Pedro Ríos metía el miedo en una zaga liderada por Pablo Ruiz. Arriba Calle era un islote y bastante tenía con zafarse de los espigados centrales blanquiverdes. Pocas alternativas para sorprender a un entonado Raúl Navas.
El partido entró en unas idas y venidas que favorecían claramente al Córdoba. En una jugada de tiralíneas, Javi Flores se sacó de la chistera un recorte que aún está buscando Redondo. Fue al más puro estilo del Ronaldo de sus mejores tiempos. Te la enseño por aquí y me voy por allá, diría el canterano cordobesista. Su oponente no tuvo más remedio que hacerle penalti y permitió que Gastón Casas estrenara el casillero. Ahí comenzó el desencuentro del argentino con Chapín.
Ese gol agrandó la idea del Córdoba de achicar todos los espacios posibles y envalentonó al Xerez. El añorado Antoñito tuvo el empate en sus botas en un par de ocasiones, pero ambas se fueron lejos de la meta blanquiverde. Y Casas seguía a lo suyo: provocando faltas, perdiendo tiempo y dando aire a sus compañeros. Lo necesario para aguantar el resultado.
Tras el descanso, Moreno reclamó penalti por una posible falta de Carpintero en un forcejeo, mientras que Lizondo miraba para otro lado. El colegiado quizás pensó que ese toque no puede tirar a nadie, sobre todo cuando hubo otro más claro de Pierini ante Sarmiento. Chapín ya reconoció que esta vez la historia no tendría final feliz. Pero todo pudo cambiar en unos alocados minutos finales. El propio Sarmiento, Asen, Mario Bermejo o Katxorro tuvieron el gol muy cerca, aunque la falta de puntería dejó el marcador tal y como estaba. El Córdoba toma aire y frena al Xerez. Chapín ya no es un fortín.