Primera | Atlético 4 - Recreativo 0
Sinama se luce y sigue la fiesta
El francés cerró la goleada con dos tantos. El Atleti avasalló al Recre. Kun y Maniche también mojaron. Pisan fuerte Miguel y Banega. Vibró el Calderón
Lo suelen llamar dinámica ganadora y no sabría decirles en qué consiste ni por qué aparece repentinamente. Es como la fe: se tiene o no se tiene. No se explica. Y el Atleti la supura en estos momentos. Tras vapulear al PSV en el debut de Champions, la reciente tradición pesimista nos obligó a pensar que el equipo de Aguirre se iba a relajar en la Liga, que el Recre tenía trampa, que faltaba Forlán, que bla bla bla. Pues no. Los rojiblancos salieron como un tiro, dispuestos a zanjar las dudas de un plumazo y, como todo les sale bien, el resultado superó con creces las previsiones más optimistas.
Porque del 4-0 salió reforzado todo el mundo: los héroes, los antiguos villanos, los mirados bajo sospecha y los meritorios. Eso sí, como en el fútbol hay jerarquías, todo empezó por Agüero y Simao. A los 8 minutos, el portugués puso una falta y Kun cabeceó a la escuadra. Fue bonito, sobre todo para los defensas del Recre, que se quedaron quietos mirando cómo el argentino remataba absolutamente solo en el punto de penalti. Ser central, jugar contra el Atleti y descuidar a Agüero es como ser tío, estar en un bar, que entre Charlize Theron, te sonría y ni la mires. Un sinsentido de tal calibre que tardaré días en olvidar y varias vidas en comprender.
Y si no llega a ser por un linier imaginativo que decidió inventarse algún tipo de infracción inexistente en un salto de Sinama, el pequeño Kun habría cerrado el partido un ratito después con otro cabezazo. El chico es tan listo que el pobre juez de línea, cual profesor de Primaria, se vio obligado a anular el gol para no humillar por comparación al resto de alumnos. Si es que son unos santos. Torpes, pero santos.
El Recre agradeció el favor con un atisbo de reacción protagonizado por Adrián Colunga, futbolista rápido, hábil y listo al que le va a tocar tirar del carro onubense en busca de la salvación. Primero cabeceó alto y después Coupet le sacó in extremis un mano a mano. No fueron grandes sustos, pero sí mandaron al Atleti ligeramente inquieto al vestuario. No había cerrado el partido y sólo Simao acabó la primera parte sin bajar el pistón.
Los agoreros se sintieron reforzados tras el descanso, cuando el Recre encadenó tres corners seguidos, pero eso fue todo. Porque entonces entró en escena Maniche, que sentenció con un latigazo desde la frontal. El portugués se ha transformado de golpe en Han Solo, el crápula cínico que se redime y llega al rescate cuando ya nadie le espera. Como estos personajes son muy agradecidos, el medio es un símbolo de este Atleti renacido y la afición, que le dio por perdido, ahora le adora. Se lo está ganando.
Con el 2-0, Aguirre lo vio claro y mandó a descansar a Simao, Agüero y Maniche. Bien hecho. Pero lo que podía haber sido un soporífero fin de partido se convirtió en la revolución de los novatos. Porque el Atleti, sospechoso de tener una plantilla corta, tiene dos joyitas en el banquillo: Miguel de las Cuevas y Éver Banega. Están sin pulir, pero ya suman, como ayer descubrieron Sinama y el Calderón.
La puntilla. Ambos pueden darle al Atleti lo que más le falta: profundidad en banda el alicantino, toque y último pase el argentino. Si funcionan con frecuencia, su equipo da un salto de calidad tremendo. Ayer quedó claro. Primero apareció Miguel, que se fue con mucha clase de Oliveira y se la puso a Sinama para fusilar a placer. Después le tocó a Banega, que tras dos detallazos previos, inició con un magnífico cambio de juego lo que se convertiría en un golazo. No desmerecieron el toquecito de primeras de Luis García y la definición de Sinama. Lo dicho, al Atleti le sale todo.
Tanto es así, que el primer día sin Forlán acabó con su sustituto, al que perseguía el malintencionado apodo de Singol, como pichichi de Primera. Con Simao, Agüero y Maniche descansaditos tras una nueva exhibición de los tres. Con los secundarios cumpliendo y los chavales pidiendo paso. Con el Recre rendido, consciente de que el Calderón ya no regala nada. Y, claro, con la afición encantada, cantando y bailando, con esa extraña sensación de que esto va en serio. Dinámica ganadora lo llaman.
El detalle: Maniche se fue ovacionado
La reconciliación entre Maniche y la afición del Atlético ha sido rapidísima y total. Ayer, cuando Aguirre decidió darle descanso después de que marcara el 2-0, el Calderón le dedicó una ovación cerrada a la que él respondió con aplausos. El portugués, que en su día se encaró con la grada tras marcar un gol al Getafe, es otro y el Atlético lo está disfrutando.