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Primera | Racing - Real Madrid

El Ramadán marcará el duelo Luccin-Diarra

Luccin y Diarra siguen un plan específico de entrenamiento para paliar las secuelas físicas del Ramadán. El francés no acusa el esfuerzo de mantener el ayuno diario y todavía no ha perdido un kilo. El malí, del mismo modo, bebe cinco litros por las noches para no perder peso.

La preparación de Luccin y Diarra para este Racing-Real Madrid ha sido muy similar. No porque los dos futbolistas ocupen la misma posición sobre el terreno de juego, sino porque ambos están cumpliendo, como el millón de musulmanes que reside en España, con el mes sagrado del ayuno o Ramadán, que consiste en no comer, no beber, no fumar y no tener relaciones sexuales desde el amanecer hasta la puesta del sol.

Ambos centrocampistas están siendo supervisados por sus médicos. Peter Luccin no ha notado los efectos del Ramadán. El pasado jueves fue titular tras debutar en el Camp Nou y demostró tener mejor físico que el resto. Tanto los técnicos como los médicos del Racing alucinan, ya que en las dobles sesiones el francés lidera el grupo en carrera y, además, no pierde ni un solo kilo.

Plan específico. Diarra, en cambio, sí notó los efectos del ayuno durante la temporada pasada. El malí perdió la titularidad en favor de Gago. Por este motivo, los doctores del club le han diseñado un plan de trabajo especial. Schuster le exige menos en los entrenamientos para llegar más fresco a los partidos. Al mismo tiempo, los médicos dan mucha más prioridad a la hidratación antes que a la ingestión de alimentos y le obligan a beber durante la noche cinco litros de agua y suplementos vitamínicos de asimilación rápida. Diarra ha disputado los cinco partidos oficiales del conjunto blanco, jugando un total de 415 minutos, y su rendimiento físico ha sido notable.

Peter, discreto. A diferencia que en el Real Madrid, el ayuno voluntario de Luccin no lo conocían en el Racing porque el centrocampista es muy reservado con este tema. No le gusta hablar de ello, ya que considera que es algo personal. Peter se convirtió a la religión musulmana hace años y no quiere que sus creencias repercutan en su trabajo. Sólo algunos compañeros suyos conocían la noticia y el resto lo pudo comprobar tras leerlo en AS el pasado 10 de septiembre. Cuando Muñiz da permiso para beber entre ejercicios, él se queda solo en el centro del campo tocando el balón o intercambiando impresiones con algún jugador. Si se acerca al cubo de los refrescos es para abarcar con sus manos parte del agua sobrante. Se la lleva a la cara e incluso a la boca. Pero nunca traga (no puede) y la escupe. Muñiz ordenó de inmediato a los médicos que le siguieran de cerca pero no está preocupado: "Tuve a Baha en el Málaga, que también hacía el Ramadán, y marcó tres goles en ese mes".

La obligación religiosa se cumple en todos los sentidos. Diarra, por ejemplo, realiza cinco rezos diarios que dicta el Corán. Aunque lo más complicado de llevar son los horarios, los dos jugadores intentan mantener la misma rutina. Diarra sólo altera la siesta, prolongando su tiempo de duración.

Los médicos del Racing ven a Luccin muy bien: "Come el día del partido y el de antes, descansa bien y se le ha complementado sus comidas con hidratos de carbono. No le está afectando porque se cuida mucho". El francés jugó los 90 minutos ante el Honka, pero hoy es duda ante el Madrid y pelea un puesto con Lacen.

Seis equipos, afectados por el Ramadán

El Ramadán afecta directamente a seis equipos de Primera Divisón. A pesar de que el número de jugadores musulmanes de la Liga española es mayor, sólo son doce los futbolistas de élite que realizan el ayuno durante el mes que dura el Ramadán. Barcelona y Sevilla son los más afectados, con tres jugadores en cada equipo. Les sigue Osasuna con dos y finalmente Málaga, Racing de Santander, Mallorca y Real Madrid con uno.