"La gente se equivoca con Schuster; es un cachondo"

El Madrid visita Santander a las órdenes de un viejo conocido suyo, Schuster, con el que coincidió en el Levante hace cuatro años...

Así es. Sin duda es uno de los mejores entrenadores que he tenido. Se nota que ha sido futbolista porque se aprende mucho con él. En el Levante hicimos un inicio de temporada impresionante. Íbamos como un tiro. Tanto que en la primera vuelta estábamos en puestos de Champions...

¿Y cómo es posible que el equipo bajara a Segunda?

Pues no lo sé. Desde Navidades caímos en picado y comenzaron las desavenencias del míster con Pedro Villarroel, el presidente del club.

¿Y eso?

Se llevaban muy mal. Le ficharon a Caballero para la portería porque estaba apartado en el Celta. Schuster no lo quería y no lo puso nunca. Ahí empezó el mal rollo. Recuerdo que alguna vez intentaron obligarle a alinear a algún jugador.

¿Y qué decía Schuster?

No dudaba ni un sólo momento. Una vez el presidente le dijo que tenía que poner a Félix Ettien porque le estaba siguiendo un equipo ruso y había que venderlo. ¿Y sabe lo que hizo el técnico? No convocarle. A la grada. Lo hacía sin ponerse nervioso. Con seguridad.

O sea que sus problemas con los dirigentes no son nuevos para el Real Madrid.

Problemas no. Él es así. Es claro y no le gusta que se metan en su trabajo. La imagen que transmite al exterior no es la real. He visto, oído y leído que es antipático y borde, pero yo le aseguro que Schuster es un cachondo. La gente se equivoca con él. Es cierto que tiene sus prontos, como cuando era futbolista, pero sin maldad. Es muy simpático. Ni tiene mal humor ni da una voz más alta que otra. Sabe mantener las distancias y es sincero.

¿Y con la prensa cómo se llevaba en aquella época?

No muy bien, la verdad.

¿Que aprendió con él?

Lo mejor que tiene es que da mucha confianza al jugador. Te sientes confiado y sin miedo a fallar. No estás sometido a un examen todos los domingos. Apuesta por tí aunque alguna vez falles. Es de agradecer.

¿Usted era fijo con él?

Lo jugué todo y, además, me ayudó en un momento crucial.

¿Cuál?

En el último tramo de aquella temporada en el Levante no llegué a un acuerdo para renovar mi contrato y la directiva le insinuó que dejara de alinearme.

Ya imagino lo que hizo...

Pues eso. Me puso de titular en todos los partidos. Siempre demostró personalidad y que no se deja influenciar.

¿Y eso no tiene también un tinte de provocación?

No. En serio. Él no se fija en eso, sólo piensa en ganar.

¿Tienen ahora relación?

Cuando nos enfrentamos siempre charlamos y nos interesamos por la familia. Con Manolo Ruiz también hablo. Es muy correcto y quizá más allegado al jugador.

¿Y entonces ya presuponían los jugadores del Levante que Schuster llegaría lejos?

Sí, por su personalidad y porque tenía las ideas claras. Nos hacía disfrutar mucho en los entrenamientos porque siempre había balón. Y cuando se entrenaba con el resto era increíble. El que más faltas metía era él. ¡Cómo le pega! Mucho mejor que los especialistas. Ganará muchos títulos de blanco. Le deseo lo mejor.

Excepto mañana.

Claro.

¿Cómo se encuentra usted tras no haber ido convocado en el estreno en la UEFA?

Bien. Sin problemas. Muñiz creyó conveniente rotar para dosificarnos. Creo que me hubiera fastidiado más jugar el jueves y descansar ante el Madrid. Este partido tiene mucha repercusión a nivel mundial y ante el Honka sólo era especial para nosotros y Cantabria.

Pues se tendrá que emplear a fondo ante Robben.

Sí. Es uno de los mejores extremos del mundo. Desequilibra como nadie y dará muchas alegrías al Madrid.