Partidazo y reparto de puntos

El partido se presentaba como un duelo entre "pequeños aspirantes", con bajas significativas en la medular de ambos bandos. Por una lado la de Iván de La peña, que dejaba el centro del campo blanquiazul sin su cerebro habitual, y por otro la del 'pirata' Granero, capaz de dotar a lo azulones de una mayor calidad en tres cuartos de campo.

El Espanyol salió con la intención de defender el liderato desde el principio, tratando de dominar y volcando el juego sobre la banda derecha, desde donde llegaron los primeros centros con peligro, que el guardameta Jacobo no tuvo problemas en atajar. Tras los primeros minutos de tanteo, en los que el Espanyol dominó, más por empuje que por juego, llegaron las primeras ocasiones a cargo de los capitanes. La primera por medio de Casquero, cuyo disparo se marchó ligeramente por encima del travesaño, y la réplica a cargo de Tamudo, con un disparo a la media vuelta que no encontró portería.

Ambos conjuntos poco a poco fueron encontrando sus filosofías de juego. Los azulones, una vez asentados en el campo, comenzaron a combinar con paciencia y, poco a poco, la zona de acción se traslado al terreno de juego perico. Y el Espanyol pareció aceptar su rol, lanzando contragolpes y encomendándose a la velocidad de Tamudo y Luis García.

Mediada la primera mitad, el dominio territorial del Getafe comienza a dar sus frutos. Primero con un lanzamiento de falta directa por parte del 'Cata Díaz' y posteriormente con un remate de Lucas Licht, que desde fuera del área probó fortuna, obligando a la estirada del meta camerunés Kameni. Al filo del descanso, una jugada bien hilvanada por Juan Ángel Albín concluyó con un peligroso remate de cabeza de Manu del Moral.

Descanso y nuevo partido

Nada más arrancar la segunda mitad, lo que no había ocurrido en cuarenta y cinco minutos, en los que los azulones desaprovecharon múltiples ocasiones, ocurrió en dos. En la primera internada del Getafe por la banda derecha, Guerrón fue zancadilleado por Beranger dentro del área y el árbitro no dudó. Penalti y gol de Manu del Moral que engañó a Kameni.

A partir de ahí, el partido se abrió y el toma y daca benefició al club blanquiazul. Primero, con el saque de una falta botada por Luis García, que provocó la confusión en la zaga madrileña, y Sergio Sánchez no desaprovechó, estableciendo el empate en el marcador. Y después con un mano a mano que Raúl Tamudo no pudo transformar, tras regatear al meta Jacobo.

Un punto de cordura...y un punto para cada uno

Con el partido totalmente roto, los entrenadores decidieron poner el punto de cordura que faltaba en el terreno de juego. El técnico del Espanyol, Márquez, dio entrada al ex del Liverpool, Stephen Finnan, y Víctor sacrificó las bandas, dando entrada a Soldado, Uche y Contra con el objetivo de paralizar los ánimos pericos y controlar el partido. Y dicho y hecho.

A partir de ahí, el juego perdió velocidad, los azulones recuperaron el dominio y ambos parecieron conformarse con un empate, que hizo justicia a noventa minutos de fútbol vistoso. Pericos y azulones se repartieron el botín y continúan con una imbatibilidad que demuestra el buen hacer de ambos conjuntos.