Álvaro Negredo va a por el pichichi y la Selección

Alvaro Negredo ha empezado la temporada como terminó la anterior, es decir, como una moto. El delantero madrileño está en estado de gracia y ya lleva dos goles en dos partidos. El Negre, como ya le conocen algunos, quiere consagrarse en la élite y tiene un doble reto por delante. En primer lugar, ya no se conforma con batir su marca personal de goles en Primera (13 tantos), sino que aspira al pichichi. Es el camino más corto para lograr el segundo objetivo: llegar a la Selección.

Vicente del Bosque le tiene muy presente. Habla maravillas del delantero rojiblanco y ya le sigue muy de cerca. Si continúa su brutal ritmo goleador será convocado. Pero no sólo llama la atención que Negredo marque goles, sino la forma en que lo hace. Porque sus dos primeras dianas han llegado de manera muy diferente. El primero, el de San Mamés, lo hizo picando la pelota con muchísima calidad. Ante el Valencia dejó uno de sus sellos de fábrica: el remate de cabeza. Su testarazo fue imposible para Renan. Sólo Bilic con tres goles supera al ariete.

Un 9 distinto. Negredo reúne una serie de características a las que no se asemejan los puntas que suelen ir a la Selección (Torres, Villa, Güiza, Sergio García, Bojan...). Es alto y muy poderoso, difícil de marcar por su envergadura para cualquier central. Domina el juego aéreo gracias a su potencia de salto y su calidad en el remate. Además, tiene un pegada terrible. Especie única. La Roja le espera.

Helguera se rindió al delantero tras su golazo: "¡Qué bonito!"

Uno de los detalles del Almería-Valencia pasó desapercibido para la mayoría de la gente pero no para Cuatro, que captó a Iván Helguera en el banquillo valencianista rindiéndose a la calidad de Negredo cuando le vio batir a Renan. Bruno puso un centro medido al área ché y Negredo remató como los ángeles. Un cabezazo imparable. Helguera se llevó las manos a la cabeza y sólo pudo decir: "¡Qué bonito!". Negredo fue premiado ayer por ser el máximo goleador rojiblanco de la pasada campaña.