La página web oficial del Barcelona anunciaba ayer "Etoo se entrena en La Masia". Era, sin duda, una noticia, ya que la plantilla (o lo que queda de ella tras el éxodo de 15 internacionales) goza del fin de semana libre y volverá a la actividad mañana por la tarde. El texto de la información comenzaba así: "Samuel Etoo se ha entrenado este sábado en el campo de La Masia. El viernes por la tarde lo hizo en el gimnasio, y de esta manera ha recuperado las sesiones de entrenamiento que no pudo realizar el lunes y el miércoles".

La puesta en escena del regreso tardío del camerunés quedaba así reflejada para que el mundo entero sepa que Etoo sigue igual de comprometido, como siempre, y dispuesto a prepararse para ser uno de los máximos goleadores de la Liga. Cualquier atisbo de polémica, al menos por lo que respecta al club, se sacudía de un plumazo.

Etoo estuvo de viaje por Mozambique hasta el jueves, mientras Pep Guardiola dirigía dos entrenamientos en familia, con apenas cinco integrantes de la primera plantilla. El camerunés, liberado del amistoso de su selección contra Cabo Verde por acumulación de amonestaciones, recibió autorización del técnico y de otros mandos del Barça para asistir a un clínic con jóvenes mozambiqueños, bajo la organización de Unicef. El jueves se reincorporó a la actividad blaugrana, en la Ciudad Deportiva, aunque se presentó con más de media hora de retraso.

La información oficial ofrecida ayer por el Barça hablaba de un "exigente circuito físico" que Samuel Etoo realizó "durante casi media hora y sin detenerse", para acabar la sesión con disparos a la portería vacía. El entrenamiento duró 50 minutos y contó con la supervisión de un preparador físico y un fisioterapeuta del cuerpo técnico de Guardiola.