Copa del Rey | Hércules 2 - Levante 1
Tote pide otra ronda
El Hércules ganó en la prórroga. Del Moral marcó el 0-1
Jugadores que levantan al público de sus asientos simplemente con un par de sutiles toques y un regate hay pocos en Segunda. Ésta es una categoría en la que prima la fortaleza física, la garra y, a veces, la velocidad. Apenas se divisa el talento. Por eso Tote es un rara avis. Como él hay pocos en Segunda. O ninguno. Ayer, en Copa pero ante un Segunda, Tote repartió su carta de presentación a los jugadores del Levante. Fue capaz de fallar lo que cualquier futbolista del alevín B marcaría en el último segundo del partido. Y luego, de marcar un golazo por la escuadra, casi sin ángulo, en el primero de la prórroga. Así es Tote. Un genio.
Mandiá cumplió los pronósticos y dispuso un once sin delanteros. Morán y Sendoa lo intentaron, en la primera mitad, pero no hicieron ningún daño a una defensa tan dubitativa y poco trabajada (apenas llevan entrenándose dos semanas y media) como la del Levante. Luis García ya cuenta con eso. Por eso, agrupó sus líneas e hizo que un Hércules sin mordiente se estrellara una y otra vez contra una pared.
Ahí es donde renacía el Levante ya que a la contra encararon en superioridad, continuamente, a la zaga blanquiazul. En esa faceta sobresalió Álvaro del Moral, un futbolista que ya dio muchas alegrías a Luis García la temporada pasada en el Benidorm. Así llegó el 0-1. Contraataque por banda izquierda, peinada de Del Moral, centro de Adrián, y otra vez el 9 granota se adelanta a su marcador y bate a Unai Alba.
El Hércules siguió el mismo guión y recibió el mismo resultado: ni una ocasión de peligro, con mérito propio, en los primeros 45 minutos. Eso sí, Reina se encargó de darle emoción al asunto cuando, fuera de su marco, regaló un balón a Sendoa con la portería vacía. El vasco, sin embargo, controló mal y la ocasión de gol se transformó en un insulso córner.
Sin embargo, tras el descanso, todo lo inocuo que había sido el ataque blanquiazul se tornó en venenoso. De entrada, Morán, tras una combinación con Ruz, la puso pegadita al palo izquierdo de Reina. 1-1. Partido de un tiempo y misma pauta a seguir por ambos conjuntos. El Levante seguía esperando su contra letal. Mandiá quiso virar el rumbo. Dio entrada a su tridente mágico de ataque, Tote-Delibasic-Tuni, y entonces del dominio territorial se pasó al acoso y derribo. La eliminatoria era blanquiazul y el gol era cuestión de minutos. Sin embargo, surgió un invitado inesperado. Reina, que había rozado el esperpento durante 80 minutos, decidió darse a conocer. Dos paradones a cabezazo de Abraham Paz y a disparo a bocajarro de Tote, éste con el tiempo cumplido, dieron paso a la prórroga. Ese fue el tiempo de Tote. Delibasic también pudo marcar. El Levante apenas inquietó el triunfo local.