Elía, héroe en los penaltis

Decía Clemente que la Copa a partido único es una competición 'light'. Puede ser. Pero cuando aparece la prórroga y la fatídica tanda de penaltis, el tedio se transforma en emoción. Y el pase a la siguiente fase ya es una heroicidad. Pues eso fue lo que pasó ayer al Murcia, que vino sin creer mucho en esta competición y se fue de Chapín con la clasificación a la siguiente ronda, aunque sea en la tanda de penaltis. Una bocanada de aire tras el 'palo' de Vallecas. Elía acabó siendo el gran protagonista de la noche, al detenerle sus penaltis a los dos goleadores del Xerez, Antonio Calle y Mario Bermejo. Dos delanteros que buscan recuperar glorias pasadas en Segunda, y que ayer debutaron ante su afición con el mal sabor que da fallar desde los once metros. Fue Mendoza el que terminó enterrando la historia del Xerez en esta Copa, al mandar fuera la última esperanza azulina. Todo, después de quemarse una prórroga protagonizada por Ceballos Silva, que no dio validez a dos posibles penaltis cometidos a los locales Pedro Ríos y al propio Calle, que podrían haber significado el pase para el conjunto local.

Como en un bolo de verano, la primera mitad transcurrió sin apenas intensidad. El Murcia llevó la iniciativa pero con el velo de un fútbol infumable, en el que el protagonismo se lo llevaron a partes iguales De Coz y Peña, que intentaban surtir sin éxito de balones claros a Despotovic y a Sikora. Mucho toque, escasas ideas y defectuoso criterio. A los de Esteban les pesaba la poca coordinación entre los nuevos fichajes. Especialmente llamativo fue el caso de Sarmiento, algo perdido en su debut, y el ghanés Rabiu que, de momento, sólo aporta presencia física. Tal fue el nivel de torrija de los contendientes que sólo un tímido disparo desde lejos de Bermejo hizo despertar a Elía.

De la bisoñez de este Xerez en su versión para Copa se aprovechó el Murcia poco después de arrancar la segunda parte. El senegalés Dialiba estuvo listo al conseguir pillar un balón que había dejado muerto Asier y el polaco Sikora, que venía por detrás lo interceptó para enviar un misil que se coló por el primer palo de la meta de Porato. Con la ventaja en el marcador, los de Clemente no se descompusieron y siguieron jugando con el escaso rodaje local. Esteban, para enmendar la plana, quiso imponer veteranía con Francis, Ríos y Calle. La fórmula funcionó, porque Francis supo desmarcarse con maestría ante un pase de tiralíneas de Crespí, que el jugador barbateño resolvía con calidad. La eliminatoria volvía a quedar igualada, y al final hubo que recurrir a la prórroga y a los penaltis, con el resultado que ustedes ya conocen.