Riki silencia el infierno

El nuevo Deportivo entra por la puerta grande en UEFA tras asaltar ayer la caldera del Poljud de Split. Lotina pidió madurez y seriedad, y su equipo la tuvo para contener primero al Hajduk y luego rematarlo. Riki ejerció de 'nueve' e hizo el gol de la victoria, pero no fue el único que brilló y se hizo grande sobre el césped croata. Valerón y Verdú lanzaron al equipo, Guardado y Filipe dieron profundidad, y Aranzubia echó el cerrojo. El Deportivo sufrió, pero sigue creciendo con una demostración continental.

La Torcida empezó a cantar una hora antes del partido y el Hajduk no desaprovechó ese empuje. No había pasado ni un minuto cuando Aranzubia ya había salvado por primera vez al Depor. Kalinic, la pesadilla, enfiló desde la banda la meta del riojano, pero, su disparo se quedó en un gran susto. No sería el primero, pero habría que esperar. Poljud rugía al son de las acometidas de su equipo, pero también le tocó enmudecer. Guardado sacó una falta lateral y Piscu y Lopo, que se vieron solos ante la meta de Subasic, todavía se preguntan cómo acabó ese balón casi en el saque de esquina.

Esa jugada pudo dar un vuelco a la eliminatoria, pero simplemente supuso una vuelta al guión inicial. Una mano involuntaria de De Guzman fue el detonante de otra explosión de Poljud y el Hajduk se envalentono. Acosó y su insistencia pudo tener premio. Una magnífica jugada de Skoko volvió a dejar solo a Kalinic ante Aranzubia y el riojano volvió a salvar al Depor ganándole la mano. Entonces el Hajduk aflojó y el Depor templó y empezó a llevar peligro de la única manera que sabía: a balón parado. Hasta media docena de balones sembraron el pánico en el área croata con multitud de balones sueltos y salidas en falso de Subasic, pero el gol se resistía.

Y cuando parecía que el partido se ganaría trabajando, apareció una genialidad. Valerón abrió a la banda, Guardado lo intentó y se atascó, pero ahí volvería a aparecer el faro de Arguineguín. Recogió un balón suelto, envió un gran pase a un Filipe que aguantó, y se la dejó a placer a Riki. Gol, alegría en el Depor y silencio en el Poljud. El Hajduk acusó el golpe y todos se encomendaron al segundo asalto.

El Hajduk no se rindió, pero empezó a aletargarse en el juego de toque de un Depor que se lo creía con el paso de los minutos. Sólo la justa expulsión de Andric levantó a la grada y a su equipo. Eso no inquietó a un Depor que siguió a lo suyo, sabiendo que el marcador y los argumentos futbolísticos estaban de su parte. Verdú fue la apuesta de Lotina para suplir a un cansado Valerón. El catalán cogió la batuta y se asoció con Riki, Guardado y Antonio Tomás. En los minutos finales el propio Verdú dio la estocada final con su gol de penalti.