Trofeo Bernabéu | R. Madrid 5 - Sporting 3
El Madrid se divierte
El Real Madrid se adjudicó el Trofeo Santiago Bernabéu, goleando 5-3 al Sporting portugués, con una primera mitad de fiesta, en la que marcó todos sus goles y se divirtió sin el brasileño Robinho, a horas de marcharse al Chelsea.
Perduraba en el coliseo blanco el clima de euforia por la heroica remontada de Supercopa ante el Valencia con dos jugadores menos. El madridismo está ilusionado. Poco le importa que horas antes de la celebración del partido David Villa y Santi Cazorla diesen portazo al Real Madrid. Ni que Robinho ni siquiera se vistiese y cada hora que pasa esté más cerca del Chelsea.
Con Rafael Van der Vaart como única cara nueva y los días consumiéndose con esfuerzos en vano de la directiva por fichar para mejorar un proyecto que aspire a la Liga de Campeones, el Real Madrid hizo disfrutar a su afición.
Regresaban al equipo Marcelo y Fernando Gago. Titulares tras ganar medalla en los Juegos Olímpicos. El Trofeo Bernabéu les venía a medida, para coger minutos tras perderse la pretemporada. También sirvió para que Metzelder se foguease en el centro de la zaga y para que Cannavaro confirmase su recuperación, en la segunda parte, y se volviese a sentir futbolista.
Enfrente el Sporting de Portugal, campeón de Copa y Supercopa portuguesa, con mezcla de titulares con suplentes y poca intención de arriesgar lo más mínimo. Así pasó, que salió sonrojado. Triturado por la pegada madridista.
Las sensaciones de pretemporada se confirman en su recta final. Era Robben, junto a Diarra, los más fuertes en los duros entrenamientos y el holandés ha comenzado en plan estelar. Prolongó su brillante actuación de la Supercopa. Ha superado un tiempo de dudas por lesiones y el fútbol ha recuperado la mejor versión de un futbolista desequilibrante.
Menos tiene que correr Guti. Tiene tanta calidad que al trote e basta para hacer jugar a su equipo. Reparte pases en profundidad y asistencias de gol con una facilidad increíble. Sigue sin encontrar a Raúl. El capitán no ha comenzado a su nivel. Lo sabe y necesita el gol. Por eso fue el lanzador del penalti del encuentro.
Todos los tiros a puerta del Real Madrid en la primera parte acabaron en gol. Especialmente acertado Higuaín. Abrió el marcador tras pase de Guti, levantando la cabeza ante el portero rival y superándolo. Y marcó el tanto más bonito de la noche, el tercero, cuando tras dos recortes colocó un zurdazo en la escuadra.
Entre medias Robben había ajustado un disparo al palo marcando el segundo. Se cumplían 23 minutos y la pegada letal blanca le daba tres goles de ventaja. El Bernabéu lo celebraba haciendo la ola y con los primeros cánticos para Arjen Robben. Sin Robinho, ya hay nuevo ídolo.
Descansó Casillas
Iker Casillas descansó y Dudek salvó las dos primeras, con tiros lejanos de Ronny y Rodrigo Tiui, pero a la tercera hizo la estatua para ver entrar en su portería el disparo de Izmailov (min.31). No había lugar a la reacción y dos minutos después Van der Vaart dejaba muestras de su calidad picando un balón que provocó la mejor parada de Rui Patricio, que nada pudo hacer ante el penalti de Raúl y el gol en propia puerta por un balón rebotado en Polga.
Schuster cambió el equipo en la segunda parte y el nivel bajó considerablemente. Con los deberes hechos, el Real Madrid se dejó llevar y acabó la diversión. El Sporting adelantó sus líneas e inquietó a Codina, que intervino a tiro de Helder Postiga y vio rozar el palo el tiro cruzado de Yannick cuando le encaró solo, antes de ver perforada su puerta con un ''cañonazo'' de Yannick.
Las bicicletas de Robinho las heredó Higuain, de nuevo brillante en la mejor acción de la segunda parte, cuando tras pedalear asistió un balón picado a Van der Vaart que lo intentó sin éxito en sus dos remates consecutivos. El Real Madrid acabó alocado y encajó el tercer gol en una falta lanzada por Veloso. No impidió que saborease la conquista de su trofeo. Lo ha hecho en diecinueve de las treinta ediciones celebradas.