La lesión de Signorino hizo pensar muy seriamente la necesidad de contratar un lateral izquierdo. En el club no se ha descartado esa posibilidad, pero ya no es prioritario. Rafa López está actuando en esa posición y su rendimiento está siendo óptimo, aunque el vallisoletano reconoce que no le es fácil: "Es un puesto en el que nunca había jugado. Me está costando adaptarme, pero hay que ayudar al equipo y voy encontrándome mejor. Yo vine como central, mas si las necesidades del equipo me desplazan a la izquierda, el caso es poder ayudar".

Con ese espíritu solidario se entra bien en cualquier vestuario. Rafa también está muy contento: "Este grupo es sensacional y además hay buen nivel. Conocía a la mayoría de los jugadores, pero viéndoles día a día te das cuenta de su calidad". Como el resto de sus compañeros, el defensa está deseando que llegue la competición, pero con una motivación extra: "Está cerca lo importante, lo bonito y queremos empezar a competir. Faltan dos amistosos para acabar de coger el ritmo. Tengo muchas ganas de jugar en el Coliseum. Sólo lo he hecho una vez como visitante y me gustó. Ahora quiero probarlo con el público a nuestro favor".

Satisfacción general y buenos augurios, pero siempre cautela. Rafa sigue la línea de sus compañeros: "El objetivo es la salvación. Si la alcanzamos pronto ya habrá tiempo de plantearse otras metas". De momento la de Rafa es ganarse un puesto en el once de Víctor Muñoz. El técnico aragonés ha decidido que será el lateral izquierdo que compita con Licht si no llega a tiempo un tres que supla la baja de Signorino.

Licht le ayuda en lo que puede

Lucas Licht sigue pensando que no vendría mal un lateral izquierdo que le hiciera competencia, porque cree que Rafa lo tiene complicado: "Es difícil para un central derecho jugar como tres, pero será bueno que vaya acoplándose por si hace falta al equipo en alguna ocasión". El argentino está en permanente contacto con su amigo Ustari y le transmite los deseos de todo el vestuario de que se recupere cuanto antes.