Una inesperada noticia destrozó la calma que reina en Nervión en la previa del comienzo de Liga y el homenaje a Antonio Puerta. A media tarde, el club conoció la grave lesión que Arouna Koné sufrió el miércoles en el encuentro que disputaba su selección, Costa de Marfil, con Guinea. En el minuto 10 del amistoso, el delantero se rompió en dos.

"Padece una gravísima rotura en la rodilla izquierda, la denominada triada (ligamento cruzado anterior y ambos meniscos)", aseguró el propio club, informando que este era el parte médico que los doctores de la selección le trasladaron después de revisar al jugador en un hospital de París. Koné regresó anoche a la capital andaluza y hoy será revisado en profundidad por los médicos de la entidad sevillista. Una vez que exploren la rodilla, valorarán los daños sufridos y el plan a trazar. "Su paso por el quirófano es prácticamente inevitable", adelantaban los medios oficiales, que se limitaban a decir que "tendrá que estar alejado de la actividad durante un largo periodo de tiempo". Aunque, de momento, esa información queda reservada, el periodo de recuperación del marfileño podría superar los seis meses. Adiós a la temporada.

Por lo menos, así lo creían los gestores nervionenses. Una vez conocidos los datos de la lesión, en el Sánchez Pizjuán se desarrollaron reuniones de urgencia. A la espera de conocer el diagnóstico definitivo, Koné se perderá buena parte de la temporada. Por este motivo, Monchi aceleró las conversaciones internas con el presidente y Manolo Jiménez para decidir qué hacer. Los técnicos meditarán en las próximas horas la posibilidad de buscar alguna alternativa para cubrir su hueco. Sin embargo, el mercado no se lo podrá nada fácil. El precio de una presa interesante rondaría los 9 millones de euros, cantidad a la que no llegará el Sevilla. Además, las plantillas están casi todas cerradas. El club se mueve en este sentido. Grave noticia: el fichaje más caro de la historia se ha roto.