Del Bosque saca nota

Amistoso | Dinamarca 0 - España 3

Del Bosque saca nota

Del Bosque saca nota

El técnico respeta el toque y mejora en velocidad el modelo de Luis. España desborda talento. Torres y Xabi deslumbraron. Golazo de Xavi

Sirvan las tres primeras líneas para señalar que el partido oscureció a las 14:45 horas. La fiesta del fútbol, la alegría del retorno de los campeones de Europa se empañó en Copenhague, donde la nueva España de Del Bosque apretó los dientes para sobreponerse a la horrible noticia y dejar la huella de un equipo grande. Apresurémonos a extrapolar la conclusión que todos esperábamos: sin Luis Aragonés el rodillo sigue funcionando, igual o mejor. Podemos dormir tranquilos.

España está fuerte y saludable. Voy más allá, Del Bosque le ha metido una pizca de guindilla para alegrar ese tiqui-taca, que por momentos se convertía en parsimonioso. Es la pincelada que anunció el nuevo seleccionador, ayer muy patente en el juego directo de Xavi, Iniesta y Silva hacia Villa y Torres. Hemos recortado la acumulación de pases para llegar antes y más deprisa al área enemiga. La fórmula es letal: posesión, velocidad y pegada. Una pegada brutal, porque en esta Selección cualquiera hace un traje en dos jugadas. Dinamarca da fe.

Ayer firmaron los renglones de oro Torres y Xabi Alonso en un primer gol a 'lo Liverpool', sencillamente maravilloso. El Niño está desatado. Desde aquél gol histórico en la eurofinal ha perdido la vergüenza a ser genial. En Anfield le adoran y no es extraño. El recorte a Silberbauer en la línea de fondo para dejar el gol servido a Xabi fue una maniobra de vuelta al ruedo.

El once de arranque de Del Bosque no incluyó sorpresas. España sigue reposando sobre los jugones, al balón se le trata con respeto y la dinámica es de muy buen gusto. Dinamarca estaba sobre aviso, es natural, y creyó que podría secar de ideas al triángulo mágico Xavi-Silva-Iniesta, presionando y marcando casi al hombre. El tapón duró 15 minutos. Por entonces Xavi y Torres conectaron para que el ariete forzara un claro penalti no indicado por el árbitro.

Un primer aviso que no arrugó a los daneses del todo, sino que les picó el orgullo. Buscaron y encontraron en una porfía con Albiol, blandito en el codo a codo, para obligar a Puyol a tirar de experiencia y abortar un gol irremediable. España dijo basta.

Villa.

Del Bosque saltó del banquillo como un muelle rompiendo su adusta imagen. ¿Cielos, es este Del Bosque? Sí, el seleccionador desempolvó el complejo del primer día. Se olvidó del pudor por un relevo comprometido y dio tres voces para desahogarse. Villa estaba espeso, no enganchaba, y en esto se desesperaba el mister.

Dinamarca llegó viva al descanso, aunque con muy mala cara. No estaba contra las cuerdas, pero el látigo de la campeona de Europa le atizaba cada vez más fuerte. Del Bosque hizo dos retoques de autor: Capel por Villa y Xabi por Silva. Más velocidad y más control. Más de todo, porque esta Selección es un filón. Xabi lo bordó en la salida de balón. Capel intimidó. Senna puso la frontera. Torres, la pegada. Empezó el recital, señores.

La obra maestra de Torres y Xabi puso las cosas en su debido sitio. Dinamarca aceptó el papel de sparring, desinflándose hasta el borde de la vulgaridad. Incluso Poulsen, ese jugador brillante en el Sevilla, ahora de la Juve, pareció ramplón. Más bien mordió el polvo ante la súper clase de nuestros bajitos jugones. El tuya-mía, los cambios de juego, las paredes en la frontal, la noria de fútbol de España agujereó a los daneses, ya dejándose ir hacia una muerte anunciada.

Esto tiene ser campeón de Europa. No sólo ganas, sino que provocas pánico al rival. Poulsen se quedó atenazado siendo testigo impotente del talento sublime de Xavi para fabricar y firmar el segundo gol. Y brilló Cazorla y Güiza y Xabi para cerrar el paseo por Copenhague... A España da gusto verla con Luis y también con Del Bosque. El debut del nuevo seleccionador deja un sabor dulce y un futuro abierto a la esperanza de mejora. Nada se ha oxidado en la maquinaria perfecta de esta Selección campeona. Hay suficiente fondo para arrancar en la fase mundialista apostando por llegar a lo más grande en la cita de Suráfrica. España estuvo ayer a la altura de su rango en Europa.