De la Peña, cara y cruz

Un segundo de locura de Iván de la Peña manchó el mejor partido de la pretemporada perica. Hasta el minuto 37 el Espanyol lo había sido todo sobre el césped: velocidad en ataque, imaginación, profundidad, toque, presión en campo contrario y anticipación en defensa. Lo que quiere Tintín, vaya. De un porrazo, los titulares habían escampado las dudas. Lo Pelat había bordado el fútbol con tres pases de gol a un Tamudo fallón, que todavía no ha encontrado la chispa y la intuición que le hacen letal. Pero ya sabe el aficionado perico que el cántabro es un jugador de dos caras, que combina la genialidad con el excentricismo. Y, ayer, le tocó mostrar ambas a los poco más de 5.000 espectadores que se dieron cita en el Mc Dos Gofferstadion. El mediocentro fue a presionar un balón al área rival y Olsson le dio un codazo que el árbitro no observó. Enfurecido se levantó Iván en busca de la venganza. Fue tan descarado su empujón que a nadie le extrañó la roja. Un roja que cambió el partido y terminó con el excelente momento de juego perico.

Con diez jugadores, Tintín cambió el plan y el Espanyol, inevitablemente, se echó para atrás. Antes del altercado, los blanquiazules pudieron meterle un carro a los holandeses. A los tres remates que erró Tamudo, se le unió un posible penalti sobre Luis García (en la televisión parece que se deja caer), otro disparo de Valdo que se fue a las nubes y alguna otra llegada a la que le faltó la puntilla. El tanto perico, a balón parado. El guante de Luis García puso un centro al área pequeña que Moisés, entrando en diagonal, cabeceó a la red. El Espanyol se adelantó y dominó el choque con una jerarquía insultante, hasta que llegó la expulsión de Iván.

Bien defendido.

La segunda parte cambió el guión y el Espanyol se adaptó, una noticia muy positiva. Siempre surgen contratiempos en un partido de Liga, ya sea un tanto madrugador o una expulsión injusta... por lo que hay que estar preparado para todo. Y ayer el conjunto de Tintín demostró buena defensa y un excelente contraataque, sobre todo con las internadas de un recuperado Riera por la banda izquierda. Estuvo a punto de resistir el Espanyol las embestidas del NEC, cuando falló el que menos se esperaba. Kameni despejó mal con los puños un centro vertical y El Khabir empujó el balón a la red.

El choque terminó tras una segunda parte triste (lo que quería un Espanyol en inferioridad) y con distintos sabores. Mientras Román sigue missing, Luis García es menos en la izquierda y Valdo no alcanza el nivel que se espera, el equipo actuó como un bloque y demostró que, poco a poco, entiende este 4-3-3. Pero con expulsiones, todo paso al frente vuelve al punto de inicio.