En el Nuevo José Zorrilla todo hacía indicar que tardarían en olvidar a Joseba Llorente, máximo goleador el año pasado y uno de los artífices de la más que meritoria temporada blanquivioleta. Tras los partidos de pretemporada, queda claro que en fútbol todo es posible y también las apariencias engañan, como el propio Goitom (se presenta en El Madrigal tras anotar en los dos últimos amistosos), que parece de todo menos sueco. Es lo de menos, pues es la nueva esperanza de los de Mendilibar o, para ser más justos, la punta de lanza de un equipo con un excelente entrenador al que este año le toca dar otro pasito, aunque sea pequeño, en la máxima categoría.

Lo mismo que se espera del Villarreal, con menos margen de mejora. No en vano, es el subcampeón de Liga y subir un peldaño sería ganar el título o, por lo menos, ponérselo más difícil que hace unos meses al Real Madrid. Por el momento, los de Pellegrini deben mejorar su imagen, pues llegan a este duelo tras dos derrotas seguidas frente a Sevilla y Athletic, que pueden ser dos rivales directos esta campaña. Lo tendrá difícil hoy el chileno, al menos para componer un equipo, por las bajas de los internacionales Senna, Capdevila, Cazorla, Godín, Gonzalo, Eguren y Matigol y de Edmilson.

Racha pucelana.

Mejor le está yendo a los blanquivioletas. El Valladolid, tras nueve amistosos, suma cinco triunfos y cuatro empates, por ninguna derrota. Ante los amarillos, jugará con casi todas sus galas y, entre ellas, Damián Escudero, cedido por el Submarino amarillo y llamado a ser un jugador importante para los pucelanos este año.