El Levante regresó ayer de Benidorm con la agria sensación de haber desaprovechado una oportunidad para continuar con la puesta a punto, más en lo táctico que en lo físico. Y es que los granotas cayeron por la mínima en Foietes después de sufrir tres expulsiones, dos de ellas en la primera mitad, además de la del técnico Luis García y hasta la de uno de los fisioterapeutas, José Baixauli. Esto, unido a que en el primer minuto ya iban perdiendo por 1-0, hace que el preparador madrileño haga borrón y cuenta nueva, aunque el zurrón de las conclusiones no regresó vacío.

La más importante, la capacidad de sacrificio del conjunto granota. Y es que, tras adelantar Moncho a los alicantinos nada más comenzar el encuentro y unos primeros 20 minutos para olvidar de los valencianos, el Levante se plantó mejor sobre el terreno de juego, mejoró defensivamente e incluso tuvo oportunidades de empatar. Pedro Vega erró una de estas ocasiones, mientras que, al final del encuentro, Iborra a punto estuvo de establecer el 1-1, aunque el punta de Moncada no anduvo acertado.

Como conclusión negativa, que los azulgrana deberán aprender a contenerse frente a colegiados protagonistas, aunque entienden que ninguna de las acciones de las expulsiones de Geijo, Larrea ni Serrano merecían la tarjeta roja.

Debuts. El amistoso de ayer también sirvió para que Juan Luis Mora, que fue titular bajo los palos, y el centrocampista Samuel, tuvieran sus primeros minutos de pretemporada con la camiseta azulgrana.

Quieren jugar entre semana

La secretaría técnica trabaja para que el Levante dispute un amistoso entre semana. El partido de ayer no sirvió de nada y el siguiente no sería hasta el sábado, en Elche.