El Espanyol paga su relajación inicial

El Espanyol se encontró con un rival más crecido de lo previsto en el tercer amistoso de su gira holandesa y cayó derrotado ante el De Graafschap por 3-1 después de ser incapaz de superar los dos goles que encajó en el primer cuarto de hora.

Se condenó el Espanyol a cargar con ese lastre durante los 90 minutos. Pagó con la derrota el equipo catalán su pésimo arranque, despistado y bisoño ante el conjunto holandés, antepenúltimo clasificado de la última Liga holandesa y condenado a jugar la promoción de permanencia.

En sendas jugadas aisladas, un delantero con más centímetros que juego se elevó entre la defensa del Espanyol. Fue Den Ouden, que supo aprovechar casi en el prólogo del encuentro el hueco entre los dos centrales, Lacruz y el joven Víctor Ruiz, para marcar de vaselina ante la salida de Cristian Alvarez.

El gol acabó por descentrar al Espanyol, demasiado novato, repleto de jugadores inexpertos que no encontraron acomodo en un estadio de regional. El equipo holandés, más lanzado, se tomó el encuentro más en serio, hasta el punto de lograr el segundo gol al cuarto de hora. De nuevo Den Ouden, y de nuevo de cabeza, ante la apatía de la zaga del Espanyol.

Cuando los jugadores más veteranos entraron en escena, ya en el segundo acto, el Espanyol se despejó. Fue un equipo diesel. Le costó arrancar, pero dejó buenas sensaciones en la segunda mitad, especialmente con la entrada de Valdo y Luis García.

Jonathan Soriano, una isla en el ataque blanquiazul en la primera parte, culminó una excelente internada de otro joven, Dídac, convertido en lateral izquierdo de largo recorrido, para recortar distancias y devolver al Espanyol al partido.

Un gran disparo de Julián pudo suponer el empate, pero la suerte esquivó al Espanyol. El balón se fue al larguero, y prácticamente acto seguido, el De Graafschap cerró el partido con un tanto de uno de sus suplentes, Jungschlager, punto final a un partido que obliga al Espanyol a reflexionar sobre sus desajustes defensivos y los problemas de la extrema juventud de su plantilla.