Trofeo Joan Gamper | Barcelona 2 - Boca Juniors 1
Eto'o da el Gamper al Barcelona en un final de locura
Dos goles en el descuento otorgaron al Barcelona la victoria en su trofeo, el Joan Gamper. Puyol y Eto'o dieron la vuelta al partido cuando parecía que el trofeo viajaría a Argentina.
Con la participación en la Liga de Campeones asegurada llegaba la presentación oficial del Barcelona de Guardiola ante el público del Camp Nou. Las miradas estaban centradas en tres hombres: Eto'o, Henry y Bojan, llamados a tener gran peso en el nuevo proyecto culé. El rival, el Boca Juniors, se convertía en una buena piedra de toque para adivinar el verdadero nivel de este nuevo Barça.
El equipo argentino comenzó el partido sin prisa alguna y entregó el control del balón a un Barcelona que se mostró muy precipitado con el esférico en los pies, llevado quizá por la euforia que se vivía en las gradas del estadio azulgrana tras una presentación por todo lo alto.
Con el paso de los minutos, los de Ischia decidieron hacer algo más que defenderse de las embestidas azulgranas y comenzaron a acercarse a la portería defendida por Pinto por medio de contraataques con serio peligro. El encuentro fue perdiendo la intensidad de los primeros minutos y acabó preso de un ritmo muy lento que solo permitía a los delanteros de ambos equipos probar suerte desde lejos sin éxito. Aún así, la iniciativa siempre fue de los hombres de Guardiola.
En el ecuador de la primera mitad, cuando el partido era un cúmulo de imprecisiones y pérdidas de balón, llegó la primera oportunidad clara. El fallo en el intento de vaselina de Palermo esfumó todo el peligro. Boca Juniors fue asentándose en el terreno de juego y encontró la forma de ganar la espalda a la adelantada defensa culé una y otra vez con pases largos.
El Barcelona, que mostraba problemas en la elaboración del juego, fue perdiendo fuerza poco a poco y dejó que Boca Juniors imprimiese el ritmo deseado al encuentro, lo que permitió a los argentinos crear más ocasiones de peligro que su rival. Fue entonces cuando Busquets se sacó un misil desde la frontal del área que acabó estrellándose en el larguero de Caranta. Justo antes del descanso fue Gudjohnsen el que estuvo cerca de subir el primero al marcador con un disparo que se fue por poco.
Los cambios dan ritmo al encuentro
Los numerosos cambios y el nuevo sistema introducido por Guardiola en el comienzo de la segunda mitad del encuentro permitieron a su equipo hacerse con el control de la pelota y llegar arriba con más jugadores. Poco a poco el partido fue tomando ritmo y el dominio del Barcelona comenzaba a ser absoluto, pero la buena colocación sobre el césped de la defensa de Boca hacía inamovible el empate. La obsesión azulgrana por abrir el marcador le pudo costar caro, pero Viatri se encontró con el larguero de forma inexplicable cuando sus compañeros ya celebraban el gol.
Ante la falta de gol Guardiola decidió introducir en el campo a Eto'o, Xavi e Iniesta como antídoto goleador. Poco tardó el camerunés en tener la primera ocasión para romper la igualada, pero la defensa argentina evitó el gol in extremis.
Fue Viatri el encargado de abrir el marcador. A veinte minutos para el final del encuentro un agujero enorme en la defensa azulgrana permitió al jugador argentino rematar a placer sin oposición alguna desde dentro del área y lograr el primer tanto del partido.
Con el gol el Barcelona se olvidó de defender y se lanzó decididamente a por el empate. Iniesta tuvo hasta tres ocasiones para lograrlo, pero el acierto de Caranta y la falta de puntería del jugador blaugrana evitaron la igualada.
Final de locura
Cuando parecía que el Gamper volaría hacia Argentina llegó la locura al Camp Nou. En el primer minuto del descuento Puyol empataba de cabeza el encuentro tras un saque de esquina de Xavi neutralizando el gol de Viatri.
Pero lo mejor estaba por llegar. Fue Eto'o, también de cabeza, el que mandó a la red una nueva asistencia de Xavi en el último instante del descuento haciendo que el Gamper se quedara en Barcelona y haciendo estallar las gradas del estadio barcelonista.