El Real Valladolid derrotó hoy al Tenerife (2-0) en el partido por el II Trofeo Puma disputado en el estadio Pablo Cáceres de la localidad vallisoletana de Medina del Campo, en un encuentro que controló con suficiencia ante un equipo que se mostró bien armado en defensa.

Las imprecisiones en ambos bandos marcaron la tónica del duelo, debido, sobre todo, al fuerte viento que sopló en la localidad vallisoletana y a las continuas faltas que se cometieron.

El Real Valladolid comenzó como siempre, presionando la salida del rival, aunque, en el día de hoy, abusó demasiado de los balones largos a la espalda de la zaga. Mientras, el Tenerife se empleó a fondo en defensa, merced a la agresividad de los centrales, quienes no permitían recibir a los atacantes vallisoletanos.

Así, el conjunto vallisoletano modificó su forma de crear e intentó alcanzar el marco rival por las bandas, pero sin profundidad, mientras que el bloque insular logró inquietar a Asenjo con una larga triangulación en las inmediaciones del área que abortó García Calvo "in extremis" cuando Nino se disponía a fusilar desde la frontal.

En el minuto treinta, una falta botada por Aguirre desde el costado salió cerca de la escuadra de la portería defendida por Aragoneses. Ocasión que precedió a un contragolpe dirigido por Sesma que el argentino Aguirre, desde la derecha, no consiguió doblar al segundo palo.

El Valladolid alargó sus posesiones, a pesar de que los medios centros, Rueda y Vivar Dorado, estaban tapados, más bien "ahogados" en la medular. Así, Luis Prieto recogió el rechace de un córner que volvió a enviar al corazón del área, donde se encontraba Sesma, quien remató de cabeza al fondo de la red cuando restaban tres minutos para llegar al descanso (1-0).

Tras la reanudación, el Tenerife se estiró y empezó a hilar alguna jugada, en vez de apostar por salir al contraataque. Pero la defensa vallisoletana, liderada por García Calvo estaba bien plantada. En ataque, Sesma, que ganaba con asiduidad la espalda a Marc Beltrán, fue el jugador que ofreció una mayor movilidad.

A medida que se acercaba el final del encuentro, las ocasiones se diluyeron, y sólo el Real Valladolid consiguió levantar a los espectadores con algún barullo en el área que no se tradujo en el segundo tanto del choque.

El Tenerife, con su expeditiva defensa, y el carrusel de cambios, no consiguieron matar el ritmo de juego del Real Valladolid que, con más empuje que orden, buscó anotar el segundo tanto con el que dar la estacada definitiva a su oponente.

Y así fue, ya que cuando el encuentro estaba a punto de expirar, un preciso pase interior del holandés Medunjani, jugador que estará a prueba durante una semana, lo recogió Goitom dentro del área, quien, con maestría en el desmarque y un certero disparo que tocó el travesaño, estableció el 2-0 definitivo (minuto 89).