"Mi ídolo es Unzué y mi referente, Andrés Palop"

Desde Guillermo Eizaguirre (1909-86) ningún portero sevillano había defendido la meta sevillista...

El Sevilla siempre ha tenido en sus filas a los mejores porteros nacionales: Palop, Unzué, Buyo, Eizaguirre, Rodri... Es un orgullo ser sevillano y poder jugar en el Sevilla. Además, desde hace nueve años ningún guardameta canterano había dado el salto al primer equipo. El último fue Monchi. Sólo espero compartir, al menos, el tiempo que él estuvo en el Sevilla.

¿Se siente un privilegiado?

Creo que se trata de un gran escaparate para los chavales porteros que vienen de los escalafones inferiores y se encontraban con ese obstáculo. He tenido la suerte de romperlo y espero no ser el único. Cuando yo no esté aquí, que sea otro canterano el que me sustituya.

Hace apenas dos meses le situaban en el Sporting, cómo ha cambiado todo...

El interés del Sporting surgió antes de que finalizara la Liga. Faltando tres o cuatro jornadas me llamó Manolo Jiménez y me comentó que existía la posibilidad de tener ficha en el primer equipo y que contaba conmigo. Lo valoré. Mi sueño desde pequeño es triunfar en el Sevilla, mi equipo. Pocos sevillanos tienen la oportunidad de jugar en el Sevilla. Casi no lo pensé porque era la oportunidad de mi vida.

Cobeño se marchó cedido, ahora lo ha hecho De Sanctis... ¿Ser sustituto de Palop podría perjudicarle?

Quizás es un riesgo quedarme aquí porque puedo tener menos minutos. Pero el hecho de estar en mi club, aunque sea el segundo portero, me gratifica más que marcharme a cualquiera de los equipos que se habían interesado. Me gratifica más pelear por la titularidad porque ésta es mi casa y éste es mi sueño.

¿Cuál es su ídolo?

Siempre ha sido Juan Carlos Unzué. Cuando comencé a jugar con nueve años, él era el guardameta del Sevilla. Cuando fui creciendo y, aunque parezca mentira, Palop se convirtió en mi referente. Recuerdo su partido con el Villarreal en el Sánchez Pizjuán. Incluso en una entrevista hace seis años, cuando jugaba en Preferente, lo señalé a él aunque no fuera titular en el Valencia. Lo he comentado con Andrés, las circunstancias de la vida me han llevado a compartir vestuario. Me dice que él no es nadie y que ojalá yo llegue más lejos. Espero conocer a Unzué cuando nos enfrentemos al Barcelona.

Palop conoce perfectamente su situación, ¿le da consejos?

Sí. Nos llevamos muy bien. Existe una competencia muy sana. Sólo quiero aprender y competir. Hablamos mucho. Sobre todo del blocaje. Tenemos nuestras competiciones particulares, apuestas... Existe muy buen ambiente entre los dos pero sabiendo que competimos por el bien del equipo.

Palop fue el héroe de Donetsk y Glasgow, pero Javi Varas tuvo su épica en Pontevedra...

Fue un partido muy bonito. Fase de ascenso a Segunda. Ibamos a Pontevedra con 0-2. Una eliminatoria que prácticamente todo el mundo daba por perdida. Me sentí muy cómodo durante el partido y pudimos empatar en el último minuto. Ya en la prórroga tuve cuatro mano a mano que pude atajar. Es cierto que habíamos ensayado los penaltis tirando yo el quinto, pero no pensé que sería así. Lolo desde el centro me dijo que me tocaba y afortunadamente salió como todos pensamos. Mucha gente me recuerda por eso.

Entonces su entrenador también era Manolo Jiménez. ¿Siente que tiene mucho que agradecerle?

Siempre ha confiado en mí desde que llegué al filial. Cuando tuve mi primera lesión grave y volví, pese a que había un compañeros que lo estaba haciendo bien, me dio la oportunidad de jugar. Tengo mucho que agradecerle. La mejor manera es sobre el terreno de juego.

En los recientes trofeos de Rusia y Amsterdam, desde luego, no le ha temblado el pulso.

El día del Lokomotiv, horas antes del partido, sí que sentí cosquilleo en el estómago pero después cuando empiezas a calentar te aislas y concentras. Espero mantener la misma concentración que ante Lokomotiv, Inter y Arsenal durante todo el año.

El de casa siempre tiene que demostrar más. ¿Se ha ganado a la parte más reticente de la afición con los partidazos de las últimas semanas?

He notado mucho el cariño de la gente y sé que muchos me apoyan. Es cierto que mi llegada despertaba un poco de expectación por ser canterano, con sólo un año de experiencia en Segunda... Pero estos tres partidos me han dado particularmente mucha confianza y creo que al aficionado que tuviera un poco de dudas las ha podido disipar. Pero son sólo tres partidos y puedo dar mucho más de mí.

A su lado tendrá a más que un amigo. Da la impresión que David Prieto y usted son uña y carne...

Nos llamamos 'hermano'. Somos del mismo barrio (Pino Montano) y nos conocemos desde hace muchos años. Él jugaba en los Mares y yo en la peña sevillista Pablo Blanco. Tenemos muchos amigos en común. Nuestras parejas son íntimas amigas. Nos hemos comprado una casa al lado de la otra. Somos vecinos... También con Crespo tengo una gran amistad.

Su trayectoria deportiva demuestra que llegar a jugar en Primera División no es tan fácil. Cuente...

Soy de los futbolistas que han tenido que ir poniendo piedra a piedra para llegar donde estoy. Con 20 años jugaba en el Nervión en Primera Regional. Con 21, en Preferente, con el San José. Entonces seguí trabajando con la misma ilusión y cuidándome como ahora. Estoy orgulloso de haber sido profesional desde Primera Regional a Primera División. Estoy muy satisfecho de haber jugado en esos campos y de los pasos que he dado porque nadie me ha regalado nada.

Suerte...