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Amistoso | Zaragoza 2 - Sporting 0

El Sporting mostró dos caras ante el Zaragoza

El equipo mejoró tras la bronca de Preciado en el descanso

Actualizado a
<b>MAL COMIENZO. </b>El Sporting se vio impotente ante el zaragoza, en la primera mitad.
MAL COMIENZO. El Sporting se vio impotente ante el zaragoza, en la primera mitad.

El Zaragoza ganó con cierta comodidad el amistoso de Ferrol, frente a un Sporting que tuvo dos caras. El primer tiempo de los rojiblancos hizo saltar las alarmas frente a un rival que no le dio ninguna opción. Parecía que el conjunto aragonés era el de superior categoría. El partido tuvo un aire de entrenamiento, sin ninguna presión ambiental, en el que el Zaragoza dejó de manifiesto una gran superioridad. Desde el principio, el conjunto maño asumió el peso del encuentro, con un estilo agresivo y mucha presión, lo que minimizaba a los de Preciado.

El equipo gijonés quedó encerrado en su parcela, con demasiadas pérdidas de balón y pocas ideas. El fútbol rojiblanco quedaba supeditado a individualidades de Maldonado y Carmelo, sin apenas entrar en juego, pero con aspecto de equipo asustado por la superioridad aragonesa. Parecía que los gijoneses intentaban sólo defenderse de la ofensiva zaragocista. Se veía llegar el gol. Y llegó. Una arrancada de Paredes, con un buen pase diagonal, tuvo a Milito como destinatario, quien, con frialdad, quebró a Jorge y superó al portero Sergio en su salida.

El segundo tiempo resultó más nivelado. La bronca de Preciado en el descanso tuvo un efecto positivo para dar un giro total. El Sporting mejoró sensiblemente su imagen ante un Zaragoza tranquilo y que también abordó la segunda parte con numerosos cambios. El conjunto de Preciado ganó el centro del campo y la decoración cambió, aunque con escasa precisión en los metros finales. En el Sporting, la presencia de Kike Mateo puso ideas y Diego Castro ganó su zona, además de tener más seguridad con Iván Hernández y más fuerza con el binomio Matabuena-Míchel en el centro del campo. En esta fase, el Zaragoza apenas tuvo llegada. De todas formas, el equipo de Marcelino jugaba con la tranquilidad de la ventaja en el marcador. Ahí estuvo la clave, si bien ninguno de los dos entrenadores valoraron el resultado, sino la prueba del entrenamiento y la falta de incorporaciones.

Los detalles. El equipo maño acabó con nueve

El conjunto aragonés finalizó el encuentro con nueve jugadores debido a las lesiones de Gabi, primero, y Ewerthon después. No quedaban reservas y Marcelino no pudo hacer ya más cambios, de forma que finalizó los minutos que le quedaban con dos jugadores menos. En ambos casos fueron problemas musculares los que les impidieron acabar el encuentro.