EL primer examen serio del Racing de Muñiz ha resultado un éxito rotundo. Ganar en El Pireo tiene su mérito, pero hacerlo con un equipo plagado de chavales frente a un rival que presentaba un equipo de lujo en el último ensayo previo a su debut dentro de una semana en la Champions, mucho más.
El partido arrancó con dominio de los pupilos de Ernesto Valverde. Justo lo que tardaron el dúo de chavales a los que dio Muñiz la manija, Bedia y Canales, en quitarse el miedo escénico. Empezaron a tocar y, sobre todo, a buscar a Jonathan Pereira. Un espectáculo, una vez más, el del gallego. Cinco goles en 180 minutos jugados en lo que llevamos de pretemporada. Una media de dos tantos por partido. Y eso no es lo único que hace. Ayer, en el Giorgios Karaiskakis de Olympiacos, el "rata" firmó 30 minutos de ensueño. Los últimos de la primera mitad. Marcó el primer tanto (golazo en combinación de Bedia, Canales y el propio Pereira), forzó el segundo con un pase de la muerte hacia Juanjo que envió Leonardo al fondo de las mallas, y junto al de Ontaneda volvió loca a la zaga de El Pireo. Al descanso el Racing ganaba por 1-2.
Otro once.
Fiel a su línea, Muñiz sustituyó en la segunda parte a la totalidad del once inicial. Valverde, en cambio, sólo hizo seis sustituciones. El ritmo del partido, como es lógico, se resintió. Un viejo conocido de la afición española, el argentino Galletti, empataba al transformar un penalti cometido por Marcano sobre Sebastián Leto, el mejor de su equipo, recién cedido por el Liverpool de Benítez.
Los dos goles encajados por el equipo cántabro, por cierto, llegaron a balón parado. El primero de córner y el segundo desde los once metros. Otro de los protagonistas del partido, Ebi Smolarek, cerró la cuenta al aprovechar un rechace del veterano Nikopolidis a un lejano lanzamiento de Luisma. Este gol es una muy buena noticia para el Racing, certificó una victoria prestigiosa y, si como se esperaba, estaban ojeadores del Benfica viendo el partido, se supone que habrán tomado buena nota de su capacidad goleadora.
