El Real Mallorca y el Valencia siguen sin llegar a un acuerdo para el traspaso del portero Miguel Ángel Moyá a la entidad valencianista, aunque el club balear, en previsión de que al final se lleve a cabo la operación, ya tiene en cartera a dos guardametas a los que ha seguido ultimamente; Sergio Asenjo, del Valladolid, y Wilfredo Caballero, del Elche.

El primero fue seguido con especial interés durante la pasada temporada como portero de gran proyección. El meta del Valladolid dio el salto a Primera, y con sólo 19 años ha demostrado buenas cualidades entre los tres palos, algo que no ha pasado desapercibido para los técnicos del Mallorca. Por otra parte, el portero argentino del Elche, Wilfredo Caballero, también ha sido seguido por el cuerpo técnico del club balear. Caballero, de 26 años, lleva dos temporadas en Elche y tiene más experiencia en la portería.

Mientras, Moyá sigue trabajando a las órdenes de Gregorio Manzano tan a pleno rendimiento que ayer por la tarde acabó la sesión antes que el resto del grupo a causa de un golpe sufrido en la cadera en una acción del partidillo. Moyá se tiró hacia el costado izquierdo y se golpeó con una zona dura del terreno de juego sin demasiadas consecuencias, aunque prefirió retirarse.

Hoy habrá que ver si Moyá vuelve al trabajo junto al grupo, o si por el contrario las negociaciones se aceleran y deja de entrenarse en Palma. De momento, y según fuentes consultadas por AS, la operación tiene un límite, y si el día 14 no se ha acordado el traspaso, éste no se llevará a cabo.

Grande se muestra resignado ante los medios

El portero del Mallorca Miguel Ángel Moyá sabe lo que quiere y el presidente del club balear, Vicente Grande, sabe cómo acaban siempre este tipo de historias. En las últimas horas, y en declaraciones realizadas a la televisión autonómica balear, tanto el jugador como el presidente se han manifestado abiertamente y sin ocultar nada. El portero dijo que había acudido a las oficinas del club para pedir "que hagan todo lo posible para dejarme salir porque se trata de la oferta de mi vida y no la puedo rechazar". Por su parte, el máximo mandatario bermellón dijo que en el club "no queremos que Moyá se vaya, pero él quiere irse y ya sabemos todos perfectamente cómo acaban siempre estas cosas por desgracia", una alusión muy clara a que en el fútbol el jugador siempre acaba jugando donde él quiere.