Marcelino complica más la continuidad de García

Marcelino expulsó ayer de la sesión matinal del Zaragoza en la Ciudad Deportiva a Sergio García. Una versión indicó que fue por sobrepasar repetidamente los toques permitidos en una pachanga, pero lo cierto es que el técnico consideró que el jugador menospreció o faltó al respeto a un compañero. El hecho fue un malentendido y supuso un exceso de autoridad por parte de Marcelino, que dio el segundo toque de atención a Sergio García en una semana. El catalán, que desea jugar en Primera, se siente bastante molesto y su continuidad se hace cada vez más utópica.

En la acción del entrenamiento Sergio gritó "déjala" a Paredes, quien malentendió el comentario y le reprochó. Sergio reafirmó su mensaje y Marcelino quiso poner orden callando al catalán. "Con los compañeros no se discute, se da la mano" o "aquí manda uno y no 40" fueron las frases del técnico. Sergio se sintió agraviado e insistió en su versión, ante lo cual Marcelino le invitó a marcharse al vestuario. El técnico, que se mostró muy serio ayer, también mandó algún reproche a Diego Milito.

Tras mandar varios recados públicamente a Sergio García hace una semana, antes de que éste regresara de sus vacaciones, Marcelino vuelve a marcar su territorio en el Zaragoza y tensa su relación con el catalán. Supuestamente le encantaría contar con él la próxima temporada en Segunda, pero Sergio no sólo prefiere continuar con su progresión al más alto nivel, sino que además estos sucesos hacen casi inviable su continuidad.