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Coupet

"Venir al Atlético era mi oportunidad perfecta"

El nuevo portero del Atlético se muestra como una persona abierta y afable, lejos de lo que se presume de un arquero que ha sido internacional por Francia. Coupet viene al club rojiblanco a ganar pero también a vivir una nueva experiencia, un fútbol, un país y una ciudad diferentes.

Coupet
Adrián Julián

Aquí en España le conocemos por sus actuaciones con el Lyon en la Champions y con la selección francesa, pero la afición está deseosa de conocerle mucho mejor...

¡Claro! Por eso vine aquí, para empezar de cero. En Lyon tenía una popularidad muy grande y mis ganas de irme estaban relacionadas con el bien de mi familia. Quería vivir una aventura nueva y que mis hijos vivieran algo diferente.

¿El mal ambiente en el Lyon fue lo que le hizo marcharse de este club?

No, porque la temporada pasada ya tenía la esperanza de vivir algo nuevo en mi carrera y esta vez no lo dudé ni un segundo. Es cierto que las dificultades con las que vivimos el año pasado en Lyon me empujaron aún más a cambiar de club. Pero al mismo tiempo sólo guardo buenos recuerdos del Lyon. Aquel club siempre me ha aportado felicidad. Y la mejor forma de irme de allí fue como lo hice, en la parte alta de la ola, antes de que cayera. Venir al Atlético ha sido algo muy grande para mí.

Le surgieron ofertas en países como Estados Unidos y Qatar. ¿Qué le hizo decantarse por el Atlético?

En principio quise irme a un país anglosajón para que mis hijos aprendieran inglés. Lo que pasó fue que los contactos con los dirigentes del Atlético fueron tan agradables que no quise mirar más lejos, sabía que esta era la oportunidad perfecta. Mi mujer estuvo conmigo en nuestra primera reunión en Madrid y también le sedujo la idea.

¿Cómo está viendo a su nuevo club?

Genial. Los compañeros son extremadamente amables. En este club se vive un ambiente muy de familia. Me siento realmente bien y encantado de estar aquí. Ahora serán los resultados los que hagan que esta felicidad se prolongue.

¿Le ayuda tener a un compañero francófono como Sinama para integrarse mejor?

Sí, desde luego. Cuando anuncian las horas de entrenamiento o algo muy específico, él me ayuda traduciéndolo. Pero todos los jugadores hacen esfuerzos tremendos para que me integre, siempre asegurándose de que esté bien y me sienta cómodo. Leo Franco es un tipo adorable, excepcional. Nunca faltan buenos gestos en esta plantilla.

Hablando de Leo Franco, ¿cree que su competencia con él será sana?

Completamente. Yo sólo estoy aquí para dar lo mejor que pueda. A partir de ahí, el míster es el que decidirá. Pase lo que pase, seré humilde y siempre estaré listo para ayudar.

El Lyon siempre ha sido un club favorito a llevarse la Champions, pero usted aún no la ha podido ganar. ¿Cree que el Atlético puede hacerlo?

Primero estoy ansioso por descubrir el ritmo y competitividad de la Liga española. Y tenemos la previa. El Schalke 04 será un rival duro y complicado, pero queremos pasar.

Hablando de la Champions, hace nueve años usted hizo una de las mejores paradas de la historia de la competición frente al mejor jugador que había en España, Rivaldo...

Es mi parada más mediática. Fue una locura porque todo empezó con una mala cesión por alto de un defensa que despejé y el balón dio en el larguero. Luego Rivaldo pilló el rebote y tuve suerte de parar su remate. Además fue en un estadio magnífico, el Camp Nou. Estoy orgulloso de ello y espero poder repetirlo en los demás estadios de Primera (risas).

¿Qué le parece Madrid?

Hay una calidad de vida excepcional. Despertarse con un cielo tan azul como éste ya es algo impresionante. Además me encantan los toros, por lo que estaré encantado. En Madrid podré ver comedias musicales, museos... Es una ciudad muy apta para niños, por lo que pienso que estarán contentos aquí. Tengo dos años para descubrirlo todo, abrir mis ojos y vivirlo al máximo.

El rugby es una de sus pasiones y el año pasado intercambió camisetas con la estrella de Francia, Chabal...

Fue espectacular aquel encuentro con Chabal. Entre un partido de rugby y de fútbol en la tele, me quedo con el de rugby. Confieso que tengo una enorme admiración por el que juega a rugby. Me parece que la forma de exprimirse, entrenarse y la intensidad en aquel deporte es al menos dos veces superior a la de los futbolistas.

¿De adolescente soñó con ser jugador de rugby?

No, pero ser portero es el puesto menos futbolístico que hay. Es como un guión entre el fútbol y el rugby. Siendo portero defiendes tu línea, haciendo todo lo posible para que el balón no cruce la raya. En el rugby es igual, ya que tienes que asegurarte de lo mismo.

Aparte de haber sido galardonado mejor portero de Ligue 1 cuatro años consecutivos, también tiene el Marcel d?Or, un trofeo en tono humorístico concedido al jugador francés que haya protagonizado la jugada más torpe del año...

(Risas) ¡Me encanta! Además es un ex jugador de rugby quien lo concede. Les contacté el año anterior por una cantada que tuve pero no me la admitieron, al no haber acabado en gol. Me gusta mucho reírme de mí mismo y me gustan este tipo de iniciativas. Es una forma de incorporar algo de humor al fútbol. Ya llevo mucho tiempo jugando y no tengo una imagen que defender. Soy lo que soy y puedo aceptarlo.

El presidente de Francia Sarkozy dijo que usted es su jugador preferido...

Lo que pasa es que es un hombre deportivo, que tiene mucho tacto con los atletas. Durante su campaña política en Lyon le di la mano con mucho respeto y cuando charlamos me contó que un hijo suyo es fan mío. Entonces le di un par de guantes firmados. No tengo ninguna preferencia política y no me interesan los partidos. Pero aprecio al señor Sarkozy porque me parece una buena persona.

¿Cuáles han sido sus ídolos?

Joel Bats, mi preparador de porteros en Lyon y ex guardameta de la selección francesa. Tengo muchísimo respeto por Zidane, sobre todo por la persona que es.

¿Qué impresión tiene de Aguirre?

(Sonríe) Es genial. Necesito convencerle más ya que no me conocía mucho al principio. Pese a la barrera del idioma, trato de bromear con él. Es muy simpático y gran parte del buen ambiente que hay en el equipo es por él. También me gusta su forma de trabajar, ya que hay mucho movimiento y toque, el estilo de juego que a mí me gusta.

En Lyon le conocen como alguien muy cercano al aficionado...

El futbolista tiene un poder excepcional, ya que sólo firmando un autógrafo o haciéndose una foto con alguien reparte felicidad. Es algo a lo que me ofrezco voluntario y con mucho placer. Soy consciente de que es un placer repartir esta felicidad, algo genial.