Sobre las 22:00 horas del lunes, Julio Romero recibió la llamada de Tomás Carmona, recién aterrizado en Valencia, para volver a verse las caras. Dos horas más tarde, el presidente granota y el cabeza visible del grupo de inversores estaban frente a frente y, pese a las ganas de los empresarios por adquirir las acciones del dueño del club, no hubo grandes avances. El sevillano le reiteró a Romero sus intenciones de hacerse con su paquete de títulos, pero ahí se quedó todo. De este modo, el presidente ha decidido soltar amarras con este grupo y seguir adelante con el proyecto de la próxima temporada, que pasa por la aplicación primero del Expediente de Regulación de Empleo.
El máximo accionista no le cierra la puerta a Carmona, pero ya no estará esperándole en el marco, sino en su sillón esperando a que pongan los tres millones y compren la deuda de 3.760.000 de euros con Pedro Villarroel. Tan fuerte es la postura de Romero que, incluso, podría estar manejando el interés de otro grupo que, según el entorno del presidente, "estaría más adelantado que lo de Carmona".
Por lo demás, el Consejo se puso ayer manos a la obra junto a dos de los tres administradores judiciales (Vicente Andreu no pudo acudir porque estaba en una conferencia, aunque los inversores aseguraron que se reunieron con él) y comenzaron a perfilar las líneas económicas del proyecto. El presupuesto que manejará el club oscilará "entre los seis o siete millones", según confirmó el portavoz Víctor Santamaría y, para los jugadores que integren la plantilla, se ofrecerán contratos de fijo más incentivos por objetivos. Además, a los trabajadores se les abonará, presumiblemente hoy, una mensualidad.
En cuanto al ERE, la directiva tiene claro que "se marcharán, si no todos los jugadores, si el 90% de ellos", señalaba uno de los presentes en la reunión. Simplificando, lo que va a hacer el Consejo es, al que no quiere someterse a los parámetros marcados (unos 120.000 euros de ficha como mucho), se le despedirá, cobrando la cantidad que estime el juez. Con esta pauta, ningún futbolista querrá quedarse, aunque el Levante quiere hacer un esfuerzo con jugadores como Juanma, Javi Fuego, Geijo o Pedro León, a los que retendrá con sus actuales emolumentos, esperando ofertas.
Lo que está claro es que el Consejo quiere aligerar el equipo para comenzar con las entradas cuanto antes. Por lo pronto, muchos jugadores no van a acudir a Oliva a realizar la pretemporada, puesto que la comisión económica, y así lo entiende también la deportiva, estima innecesario el gasto de pagar la estancia en el hotel a los jugadores que van a marcharse en pocos días.
