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Fútbol - VI Mundialito de la Inmigración | Paraguay 1 - Nigeria 3

El gran juego de Nigeria destrona al bicampeón

Taiwon lideró a las 'Águilas Verdes' ante los paraguayos

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<b>ALEGRÍA DE CAMPEONES. </b>Nigeria, la vencedora del VI Mundialito de la Inmigración, celebra el título al término del encuentro.
ALEGRÍA DE CAMPEONES. Nigeria, la vencedora del VI Mundialito de la Inmigración, celebra el título al término del encuentro.macario muñoz

Paraguay partía como el favorito para llevarse su tercer título consecutivo. "El tri" era la ilusión que la albirroja anhelaba. Sin embargo, las leyes del balompié son tajantes, y una de ellas es que sus caminos son inescrutables. Que cualquiera te puede pintar la cara a un partido es una obviedad que todos saben y, más, cuando el favoritismo es tan pesado que te aplasta. Por contra, los nigerianos no eran unos desconocidos. Ya habían demostrado su fuerza y calidad durante todo el torneo, sobre todo en semifinales ante Angola, a quien endosaron tres goles en tan sólo 20 minutos. Casi sin despeinarse y luego a soñar con ese trofeo que ayer se les hizo realidad en las manos. Hubo justicia poética con los que mejor jugaron. No es que Paraguay no lo mereciera, pero le ganó la calidad nigeriana a la competitividad guaraní.

El choque se podría definir en el segundo gol de Nigeria: el contragolpe de las Águilas Verdes que comandó Taiwon fue de libro. Y cuando el nigeriano tuvo que actuar no le tembló el pulso. Recortó al defensa paraguayo con misma elegancia con la que Eric Bana viste en Múnich y se plantó delante de Enciso al que tumbó de disparo raso.

Influyó el primer tanto, ya que fue en propia puerta y el que abrió el partido. Sin embargo, con el 0-2, una falta sacada por Héctor López se coló en la portería nigeriana. Cuando sucedió, todo el estadio se llenó de un halo de intriga: "Ahora puede que remonten". Además, Nigeria en una bendita locura atacaba hasta con seis hombres en sus acometidas sin miedo a perder la renta. Tenían una apuesta y morirían con ella si era preciso. Pero les salió, cerraron el choque en otra contra infernal esta vez finiquitada por Anayo Climent.

Roja.

El partido quedó visto para sentencia tras una durísima entrada de Crispín Benítez. Roja directa y el trasiego de la afición paraguaya al irse del estadio indicaba que la final ya tenía dueño. Frank y Meme, que dirigen el equipo africano, ya lo adelantaban: "Sabemos cómo ganarles. Hay que quitarles la pelota y sufrirán". Así fue, magnífico el planteamiento. "Te lo dije, sabíamos cómo hacerlo. Lo de 2006 fue pura casualidad", señalaba Frank inundado de alegría tras vencer y refiriéndose a su anterior enfrentamiento con Paraguay.