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Ricardo Rodríguez

"Tapia y yo coincidimos en un 95 por ciento"

Su escalada en Málaga ha sido fulgurante. Llegó hace un verano para dirigir al filial, pasó por las manos de Muñiz como ayudante en el campo y en los despachos y ahora es director deportivo. Un tipo discreto pero con hambre y las ideas muy claras. Además, le gusta trabajar en equipo.

Ricardo Rodríguez.

Una experiencia más.

Otra experiencia, diferente. Para ser entrenador hay que tener conocimientos de todo tipo y esta etapa me servirá para aprender el fútbol desde otra parcela.

¿Qué Málaga es el que le ha dejado Muñiz?

¿Qué Málaga? Lo importante al final es la filosofía de club. El Málaga tiene que ser un equipo que sepa a lo que juega.

¿Y cuál es esa filosofía?

La de un equipo que defienda bien, aguerrido, con intensidad... y luego que en ataque concrete las ocasiones. Un equipo de dos caras, de ataque y de defensa.

¿Le ha resultado muy brusco el cambio de entrenador a director deportivo?

Al haber estado de segundo y de adjunto a la dirección deportiva, el cambio no ha sido tanto, si no, lo hubiera notado. En cuanto a Muñiz y Tapia, cada uno tiene sus gustos. Yo lo que tengo que hacer es firmar jugadores que el entrenador vaya a utilizar. De nada sirve imponer mi criterio si luego no va a usar al futbolista. Pero veo que estamos muy parejos en cuanto a la opinión que tenemos de futbolistas. Vemos las cosas muy parecidas en el 95 por ciento de los casos.

Hablando del perfil de los futbolistas, ¿el hambre es la principal característica que se está buscando?

Por un lado, buscamos jugadores que sientan los colores y, por otro, futbolistas que quieran ser, que quieran demostrar cosas en Primera. La motivación del equipo es un factor esencial para llegar a los 45 puntos cuanto antes.

La afición siempre espera un fichaje ilusionante...

Al final hay que hacer equipo y tener 24 o 25 futbolistas que vayan a tope. El objetivo es que el entrenador tenga las máximas dudas posibles a la hora de hacer un once. Es lo más enriquecedor y en esa línea se está trabajando.

¿Se puede decir que el Málaga busca una mezcla de malaguismo y hambre para la confección de su proyecto?

Puede ser. Al final, si lo traspasas a otro lado, puede ser mezclar juventud con veteranía, que puede ser malaguismo con hambre. Por ahí puede ir la línea. También cuenta el aspecto personal.

Habla de 24 o 25 futbolistas, un mínimo de dos hombres por puesto. Nada de confeccionar una plantilla corta.

Dos por puesto o tres en alguna demarcación. Aunque la idea es dejar también un margen para ver qué puede suceder en diciembre o las posibilidades que puedan surgir durante el año.

Ha compartido vestuario con muchos de los jugadores de la plantilla. ¿Dar las bajas es quizás el papel más agrio que le ha tocado jugar?

Eso es lo más duro. Considero a los futbolistas personas antes que profesionales, eso es lo más importante. Y tener que decirles que no siguen es muy difícil. Todos los que formaron parte del vestuario de la temporada pasada se merecen lo mejor.

Volver a crear ese clima de absoluta unidad resultará determinante de nuevo.

Cuando tú analizas un equipo ganador, la unión del grupo siempre está. No conozco un equipo que sea ganador y que haya desunión en el vestuario. Todo éxito de un equipo comienza en la unión del vestuario. Llevo muchos años analizando equipos campeones y hay connotaciones clave. Una de ellas es la unión del grupo. Es fundamental.

¿Qué es lo que peor lleva?

El tema del teléfono. Es una locura. Desde las 8:00 hasta las 23:00 pegado al móvil. El tema de negociar es algo diferente, algo que nunca había hecho. Pero como todo en la vida, hay que aprender. Azkargorta me decía que tenía una cosa buena, que era buen aprendiz.

¿Le gustaría que el Málaga llevase su sello?

Más que el sello de una persona, lo que quiero es que el aficionado sea feliz y el futbolista también.

¿Va a disfrutar la gente con el nuevo Málaga?

Eso es lo que buscamos. Lo que pretendo es que la gente salga a las 20:00 contenta de La Rosaleda.

¿Se ha encontrado a muchos 'piratas' en el tiempo que lleva en los despachos?

No, no. Cada uno hace su trabajo y defiende lo suyo. Los representantes buscan lo mejor para su cliente. Y yo, como director deportivo, al Málaga.

Pero su sueño es ser entrenador de fútbol.

Tapia me dice que aproveche esta oportunidad y la disfrute. Me hace mucha ilusión y es un reto hacer un Málaga de Primera.