Un Athletic muy plomizo ganó en el último suspiro

El hambre de gol de Aduriz en el tramo final del encuentro permitió al Athletic ganar el Trofeo Concepción Reboura ante el equipo local, el Ayamonte, después de una noche con fútbol plomizo. Tras dos remates a la madera, el guipuzcoano empujó un balón a la red cuando se mascaban lo penaltis.

El Athletic saltó al terreno de juego adormilado y lo pagó pronto. Para el minuto 11, el Ayamonte había aprovechado la caraja y se puso 1-0 al aprovechar un grave error de Ustaritz en una cesión de cabeza a Armando que aprovechó Cris Baiano. El equipo fronterizo, con un ex de Caparrós en el Recre como Puntas al mando, no era la perita en dulce de la víspera. De hecho, en el primer tramo los leones no dispararon entre los tres palos en más de una ocasión (Toquero), mientras otra mala entrega del central de Abadiño sembró la incertidumbre. Apenas Susaeta, sin tanta fortuna como la víspera, intentaba el uno contra uno. Dio la sensación de que a los bilbaínos les pesaban las piernas, por la acumulación de trabajo y el bolo de la víspera.

Oportuno. Tras el carrusel de cambios que sólo dejó en el campo a Armando, Ocio y Casas, el Athletic se encontró nada más de salir del descanso con el empate. Gabilondo rentabilizó una llegada a centro de David López. Poco más se pudo destacar, apenas las ganas que mostró Etxeberria, que trató de marcar de vaselina, y algunos detalles de calidad de Garmendia.

Entonces apareció Aduriz. Tuvo el 1-2 de cabeza, pero mandó la pelota arriba. El delantero jugó con rabia en el final del choque y estrelló la pelota dos veces en la madera, una con la derecha y otra de cabeza. A la tercera, marcó el tanto del triunfo tras un doble remate.