Luis García, si no se produce la típica pirueta en el guión que está siguiendo el Levante, será el entrenador granota las dos próximas temporadas, condicionado a que en la 08-09, como ya adelantó AS el pasado jueves, consiga la permanencia en Segunda. El técnico se encontraba ayer en Benidorm, donde ejercía como preparador hasta ahora, negociando su salida del conjunto alicantino. Al final, con las cifras que le ha ofrecido el club del Ciutat de València, le permite salir de Foietes de forma satisfactoria en lo económico.

Uno de los puntos importantes de las negociaciones, que era el temor de Luis García Plaza a desvincularse del Benidorm, llegar a un acuerdo con el Levante y que, posteriormente, Tomás Carmona comprara el club y lo despidiera, también quedó resuelto. El entrenador madrileño tendrá una indemnización en el caso de que sea despedido por esta causa. Así, si Lucas Alcaraz, que tiene un contrato privado con Ruga, se hiciera con las riendas del equipo, García tendría las espaldas cubiertas. Curiosamente, si el granadino no es el técnico, será Carmona el que tendrá que indemnizarle o, al menos, eso dice lo que firmaron.

Interventores. Tras el acuerdo entre ambas partes, el Levante espera ahora a recibir el visto bueno de los tres interventores judiciales para que Luis García estampe su firma en su contrato con la entidad granota. El Consejo intentó ayer que esto se llevara a cabo, pero no pudo ser, por lo que podría ser el lunes cuando se dé oficialidad al fichaje del técnico madrileño por el conjunto azulgrana.