"Veo a Caparrós igual, mantiene su esencia"

Este Athletic tiene jugadores con una envergadura importante, Llorente, Amorebieta, Javi Martínez, Gurpegi, usted mismo... Hay un potencial físico importante.

Sí, el año pasado ya se comentaba lo de los centímetros. Desaprovechamos esta faceta en el plano ofensivo en las jugadas a balón parado. Hay que mejorar eso. Tenemos futbolistas con un físico importante. Es un grupo equilibrado, también hay jugadores con talento.

¿A qué se debe la falta de capacidad a balón parado, a un asunto de falta de concentración al ejecutarlo?

Tenemos gente que ejecuta bien, un poderío físico bueno... Y el míster dedica su tiempo a ensayarlo, le da una importancia grande a la estrategia. La hemos trabajado. Es más fácil defenderla que atacarla. Es cuestión de rachas, como las que pasan los delanteros ante el gol. Si empezamos haciendo dos o tres, nos dará confianza. Crea psicosis en el rival.

¿Qué destino tienen estas triples sesiones?

Es un método más. Busca acumular una carga física importante, coger una buena base. Luego ya los modelos, que uno vaya al extranjero y entrene a las nueve o las once, es cuestión de cada cuerpo técnico. El míster lleva con este sistema desde que lo conocí. Primero, carrera, luego sesión de fuerza y a la tarde, fútbol.

No se parece a Covaleda.

Principalmente, la diferencia está en las instalaciones. El campo está un poco mejor, pero sobre todo el terreno que había allí para correr era irregular. Modificaron los planes porque había mucho desnivel, riesgo de lesiones...

Ha hecho preparaciones con el Athletic en altura y con el Sevilla, este modelo. ¿Qué resultados dan?

Es difícil valorar el beneficio. Trabajar en altura para enriquecer tus condiciones en sangre tiene un período, puede durar un mes o algo más. Es más el lugar, el entorno... Hay entrenadores que prefieren estar aislados, que los futbolistas no tengan otro contacto que el personal del hotel y en este caso, que a mí me gusta, utilizando la playa para recuperación, estirar o hacer ejercicios de fuerza. Es más distendido.

¿Ha cambiado Caparrós con el que conoció en el Sevilla?

Yo al míster le veo igual, lo que cambian son las circunstancias. Sevilla y Athletic son dos clubes diferentes, con mercados diferentes... Ambos son de cantera y eso para él es importante. Ha demostrado la importancia que le da a la cantera, no se limita sólo al trabajo con el primer equipo, sino que está pendiente de los chicos que hay abajo, de trabajar con ellos, marcar pautas... Cree un poco en los proyectos. Por otro lado, el míster mantiene su esencia. Le ha ido bien hasta ahora y tiene una personalidad definida. Todos en nuestra vida tratamos de mejorar.

¿Está satisfecho Aitor Ocio con su temporada anterior?

Sí.

¿Y qué espera de ésta?

Estoy en la línea del grupo. Mi respuesta anterior es que estoy satisfecho porque formo parte de una plantilla que ha hecho una buena temporada. En la misma medida, quiero crecer bajo el margen de mejora que tenemos cada uno. Nos conocemos más y hay que mejorar en las cosas que no estuvimos tan finos, y yo en esa línea.

Quizás su borrón fueron las expulsiones.

Analizadas, alguna de ellas se podía haber evitado. En el mes de julio, sentado en el sofá le puedo dar una explicación, pero cuando estás en el campo a doscientas cincuenta pulsaciones, con el resultado de una manera... A veces las decisiones no son las adecuadas.

¿Son diferentes los arbitrajes que tiene el Sevilla y los que ha padecido el Athletic?

No es que sean diferentes, pero sí he percibido que cuando estaba en el Sevilla tenía cierto margen y aquí, a la mínima... Yo he hecho alguna acción que ha merecido la tarjeta, pero también he recibido. No quiero darle vueltas, pero ya se vio el codazo de Henry. Tengo que ser consciente de dónde estoy y tratar de frenar ese ímpetu. Es una de las cosas que me he propuesto para este año, reducir el número de tarjetas.

Se ha frenado la sangría defensiva, ahora toca mantener esos registros y mirar un poco hacia arriba, hacer más gol.

Sí, a veces cuando tiras de la manta en la cama los pies se te quedan al aire. Si los tapas, el pecho se queda descubierto. Al final es el equilibrio. Las cifras del Almería o Racing eran muy similares, pero en puntos había mucha diferencia.

Y luego está San Mamés, donde hay que mejorar.

Para un equipo como el Athletic los puntos que te van a dar mucho son los de casa. Valen lo mismo, pero hacerte fuerte en tu campo, donde juegas cada quince días. Los equipos deben saber que no es fácil ganar allí.

El equipo encontró la manera de jugar en la segunda vuelta. Hay un referente, el 5-1 al Valencia.

Cada año no tiene nada que ver con el anterior, ni nosotros ni los rivales. En una Liga tan competitiva, hemos hecho buenos partidos ante grandes equipos. La ventaja es que el míster ya nos conoce bien.

¿Ha encontrado el Athletic cambiado respecto a su primera etapa en Bilbao?

Sí, ha habido cambios. El ambiente se ha enrarecido algo y la unidad que había no es tal. El clima no ha sido ideal para trabajar. El vestuario es más joven, pero la experiencia es necesaria. Se equilibra con ilusión y el apoyo de la afición.

¿Se ve retirándose en el Athletic como tiene planeado Joseba Etxeberria?

Me quedan tres años y espero estar a buen nivel. Yo dejaré el fútbol antes de que me deje a mí. Me gustaría que él siguiera esos tres también por lo que representa en este club.