Se confirmó ayer a última hora el rumor más extendido por Soria en los últimos días. El portero Juan Pablo Colinas Ferreras (León, 1978), regresa al Numancia después de haberlo dejado dos temporadas atrás. El ex-guardameta del Tenerife, rescindió su contrato con la entidad chicharrera -le restaba un año-, al principio de esta semana, llegando libre a Soria y el Numancia no deberá pagar traspaso alguno.
Juan Pablo llegó al Numancia en la temporada 2005-06, procedente del Alavés, en principio como tercer guardameta, a petición de Enrique Martín Monreal, entonces técnico numantino, que deseaba tener tres cancerberos en la plantilla. Sin embargo, al leonés le llegó la oportunidad de jugar, la aprovechó y se convirtió en titular indiscutible esa temporada, en la que jugó 30 partidos, y en la siguiente, en la que sumó 41 actuaciones. Finalizado su contrato, recaló el pasado curso en el Tenerife, donde empezó como titular y disputó 29 encuentros, pero acabó en el banquillo en beneficio de Raúl Navas.
Ahora, regresa al Numancia para completar el trío de porteros, junto a Diego de Miguel y el canterano Jesús. Tras dar por perdido al vallisoletano Jacobo, la dirección deportiva soriana se fijó en este ex rojillo, que cumplía con importantes requisitos: es un jugador que llega libre, que ya conoce la casa y cuyo alto rendimiento ya se ha comprobado. Juan Pablo, será presentado hoy en Los Pajaritos.
Aún hay más.
El Numancia sigue pendiente de dos laterales izquierdos, un centrocampista de banda y, al menos, dos delanteros para completar su plantilla.
Sobrio y, sobre todo, trabajador
Juan Pablo es de esos porteros que no son espectaculares, más bien sobrios y prefieren lo efectivo a lo efectista. Con buena colocación y no menos buenos reflejos, llegó a Soria sin hacer ruido y se convirtió en el primero de la alineación por méritos propios. Regular y trabajador, el Numancia intentó retenerle al término de la campaña 2006-2007, pero la atractiva oferta del Tenerife le convenció para cambiar de aires. Ahora, vuelve con la intención de volver a ser el que fue vistiendo la elástica numantina.
