Luis Aragonés llegó al cargo de seleccionador con dos preocupaciones principales. O al menos eso se encargó de transmitir a la prensa en cada comparecencia pública. Parecía obsesionado con lo que él llama la condición física de base y con que la Selección supiera o aprendiera a competir.
Esas supuestas carencias físicas de los futbolistas españoles quedan anuladas con los triunfos en categorías inferiores. España es una de las grandes potencias mundiales y tanto en campeonatos de Europa como en Mundiales es habitual ver a la Selección en semifinales, finales o levantando la copa de campeón. Salvo que los futbolistas españoles vayan mermando conforme cumplen años, el argumento de la condición física de base parece insuficiente para justificar la ausencia de triunfos de la Selección absoluta.
Ahora que la Eurocopa entra en zona de turbulencias es el momento de ver si lo que tanto envidiaba Luis de otras selecciones con un palmarés más lustroso también lo tiene ya España. Ha llegado la hora de comprobar si la Selección sabe competir, si es capaz de dar la vuelta a la historia. Son los cuartos de final de un gran campeonato y el rival es Italia, una mezcla que servirá para poner en su sitio a la selección española. Es el momento de saber si los jugadores están a la altura del reto que se les plantea.
Señales positivas
Si pasan a semifinales, los hombres de Luis nos habrán demostrado que son diferentes a todos los que vistieron la Roja en el pasado más reciente. Si la Selección vuelve a quedarse clavada en cuartos, esta Eurocopa sólo será una más.
Las señales que han enviado hasta ahora han sido positivas. Supieron adaptarse a un cambio de estilo para vencer a Rusia; superaron las dificultades que planteó Suecia, contra quien mostraron la personalidad suficiente para no rendirse y buscar el triunfo hasta la última jugada; y los suplentes fueron capaces de remontar el resultado contra Grecia.
Frente a Italia deberán dar un paso más. Será la hora ver si saben gestionar ese otro fútbol que va más allá del juego y de la pelota, esos pequeños matices que marcan la diferencia entre quienes luchan por los títulos y quienes ven las finales por televisión. En definitiva, todos esos aspectos colaterales que tanto preocupan a Luis y que tan bien dominan todas esas selecciones que pone como ejemplo cuando habla de saber competir. Y entre ellas siempre está Italia.
