La alternativa es Cazorla
legó sin hacer ruido, pero su juego eléctrico y preciso le ha situado a las puertas de la titularidad. Es un futbolista diferente, de los que no hay en esta Selección, y el partido contra Italia le puede situar definitivamente en el panorama internacional.
Fue de los últimos en llegar, pero su presentación en sociedad no ha podido ser más impactante. El propio seleccionador, Luis Aragonés, ha reconocido que está un punto por encima de lo que esperaba de él, pero Santi Cazorla simplemente se ha limitado a mostrar lo que es capaz de hacer. Y como es muy bueno, de los mejores de la Selección, es mucho lo que el centrocampista del Villarreal puede ofrecer en esta Eurocopa. Contra Italia ha tenido serias opciones de convertirse en la alternativa que rompiera el orden establecido hasta ahora en las alineaciones.
Cazorla viaja por esta Eurocopa como lo hace por la vida, con la sonrisa dibujada en la cara, disfrutando del momento y sin darse importancia, como sólo lo saben hacer los grandes. Es un futbolista de los que no hay en la Selección, un jugador diferente, capaz de meter una velocidad más cuando el partido se vuelve confuso, de romper la monotonía del toque cuando las ideas no abundan. Es de los pocos que se puede permitir el lujo de cambiar el rumbo de un encuentro con su sola presencia en el campo.
Quizá sea el futbolista más en forma y más lúcido ahora mismo de toda la Selección. Por eso tiene la verticalidad que les falta a casi todos sus compañeros y ese cambio de ritmo que acaba con el marcaje de cualquier rival. Su juego es eléctrico, directo y posee un acusado sentido táctico, que le permite adivinar siempre el lado más débil del contrario. Ejecuta sus acciones a gran velocidad y con la precisión de un cirujano. Se mueve con la misma soltura por la derecha, la izquierda o el centro y su altísimo nivel técnico le capacita para golpear el balón con las dos piernas con la misma potencia y precisión.
Ha jugado siempre
Hasta ahora ha participado en los tres encuentros de España y su salida al campo siempre ha traído algo nuevo y bueno. Se le puede considerar el duodécimo titular, por delante de Cesc Fábregas o Xabi Alonso.
Cuando Aragonés se decida a hacerle un sitio a Cazorla como titular, su butaca en el banquillo bien podría ser para Iniesta. Se perdería con el cambio la sutileza en la creación del barcelonista, que no ha alcanzado el nivel de juego que se esperaba de él y deja detalles de su enorme e indiscutible calidad con demasiada intermitencia. Por el contrario, se ganaría en verticalidad y capacidad de desequilibrio.
La presencia de Cazorla abriría una nueva alternativa en el panorama ofensivo de España y a más variantes, más posibilidades de éxito. El rival debería preocuparse por algo más que ahogar la línea de creación de la Selección, la que genera el juego y da origen al toque. Fernando Torres y Villa se encontrarían en ataque con un socio que ahora mismo habla su mismo idioma y se mueve y piensa a igual velocidad que ellos.