Cassano es ahora el clavo ardiendo para los italianos

Italia quiere aparentar tranquilidad ante lo que se le viene encima. Pero cómo estará de desesperada que se encomienda a Cassano. El ex madridista parece rehabilitado. Hace cuatro años, en la Eurocopa de Portugal, Fantantonio era incontrolable. Tanto que su pasatiempo favorito era derramar sobre las cabezas de los demás botellas enteras de vinagre balsámico de Módena desde la ventaja de su habitación, algo que escandalizaba a los selectos huéspedes del exclusivo hotel Pestana Carlton Palace y sacaba de quicio a su entonces seleccionador, Trapattoni. Hoy, Cassano es el clavo ardiendo al que se agarra Donadoni para el decisivo partido de mañana contra Francia: "Cassano es un chaval normal, no es un extraterrestre". No lo será, pero lo sigue pareciendo. Fantantonio continúa con la manía de taparse la boca para evitar que le lean los labios. En Madrid tuvo una mala experiencia. Le cazaron en un corrillo con Diarra y otros poniendo a parir a Capello, al que odia porque renunció de él más veces que San Pedro de Cristo. Antonio, que retiene las malas experiencias como sistema de aprendizaje, se tapa la boca también con Italia. "Es un truco que me enseñó Materazzi", dice. Sus compañeros también le miran como a un marciano pese al enorme esfuerzo de Buffon, que se ha convertido en su tutor y mentor. El portero de la Juventus es su compañero de habitación y de mesa: "Está aprendiendo a contar antes de hablar o actuar. De momento cuenta hasta cinco, y porque yo le martilleo, pero espero que pronto llegue hasta diez", dice Gigi de su pupilo, el que apunta a titular contra Rumanía. La gran esperanza azzurra.

Riva: "Debemos reír, no llorar"

El mítico Gigi Riva, 63 años, llegó a la concentración de la squadra azurra y dio un soplo de optimismo. "En vez de lamentar nuestra suerte deberíamos pensar que si Mutu hubiera marcado el penalti ahora estaríamos eliminados. Eso no es para llorar, sino par reír. Riva, que conserva el mejor promedio goleador de Italia con 35 goles en 42 partidos y que era conocido como Rombo di Tuono (el sonido del trueno) por la fuerza con la que golpeaba el balón con la zurda dice que ante Francia "hay que salir sin complejos, con valentía y no como víctimas".