Macua da un giro radical en la política de fichajes

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Macua da un giro radical en la política de fichajes

Macua da un giro radical en la política de fichajes

El año pasado igualó el récord de la 97-98 con 8 llegadas y ahora no hay caja

Comprensible o no, el Athletic ha dado un giro radical en su política de fichajes. Tiene cierta lógica que tras un gran desembolso económico y una llegada masiva de futbolistas, el siguiente ejercicio apunte hacia el extremo opuesto. Aunque llama poderosamente la atención que se pase de igualar el récord de contrataciones que ostentaba José María Arrate en la campaña 1997-98, cuando fichó a ocho futbolistas aprovechando la bonanza económica del contrato televisivo, a sólo contratar a dos jugadores de bajo perfil, Gaizka Toquero y Joseba del Olmo, ambos vinculados de una u otra manera al Eibar.

Y es que no hay caja para más. Hablar de Xabi Alonso, Arteta e incluso Monreal suena a broma. ¡Lo ha sido Joseba Llorente! Ni siquiera se ha planteado contratar a Javi Garrido, al que el Manchester City abriría la puerta sin una gran exigencia económica.

Macua terminó su primer año en el club con ocho incorporaciones (Del Horno, que vino cedido, Gorka Iraizoz, Aitor Ocio, Cuéllar, Muñoz, Koikili, Armando y David López), aunque esta última llegó tras el acuerdo con los anteriores rectores y los precandidatos. Para ver una llegada masiva de futbolistas no llegados de Lezama hay que ir una década atrás, cuando Arrate sirvió a Luis Fernández nada menos que a Alkorta, Lacruz, José Mari, Ferreira, Nagore, Lasa, Javi González y Roberto Ríos. Casi nada. Esa plantilla terminaría quedando subcampeona y llevando por única vez al club a la Champions League.

Con la llegada del nuevo siglo se redujo el gasto en fichajes. A Txetxu Rojo (2000-01), sólo le cayó Carlos Merino, que llegó libre del Tottenham. Al menos, empezó su carrera en el Athletic Pablo Orbaiz, que había estado cedido un año en Osasuna por la operación con Tiko. Así que se inventó a Del Horno del filial.

Javier Uria prometió contrataciones a Jupp Heynckes antes de las elecciones, pero no pudo cumplir con el teutón en su primer año. Se trajo al cedido Aitor Ocio del Albacete, utilizó a David Karanka y ascendió a los jóvenes Murillo y Gurpegi. Para el siguiente ejercicio, el 2002-03, el presidente accedió a una de sus peticiones, Aitor Karanka, que dejó el Real Madrid para regresar a San Mamés. Recuperó de los préstamos a César (Racing) y Luis Prieto (Eibar). Sacó de abajo a Arriaga, quien tras un comienzo esperanzador, se quedó en nada. Este año ha jugado en el Jaén.

La etapa de Ernesto Valverde (2003-04) arrancó sin contrataciones. Su apuesta fue dar la alternativa a los chicos de Lezama, Iraola, Jonan García y Bordas, los dos primeros ya con dorsal del primer equipo. Esa misma decisión tomó el segundo año con Casas y Azkorra, Bordas tuvo número pero apenas jugó. Esporádicamente, aparecieron Angulo, Solabarrieta, Pampín, Moya. Fernando Llorente irrumpió con fuerza en el segundo tramo, una vez que Valverde tiró la toalla con Azkorra. Salvo al riojano y a Iraola, no le ha ido demasiado bien al resto.

Llegó Lamikiz y con él Mendilibar. Le fichó a Expósito (tenía opción sobre él con Osasuna) y Escalona como tercer portero, recuperó a Tarantino (Numancia), promocionó a Ibon Gutiérrez y subió a Dañobeitia. En el mercado de invierno se fichó a Aduriz, ya con Clemente, quien subió a Ustaritz y Amorebieta.

Una vez destituido Clemente, Sarriugarte dispuso de los fichajes de Sarriegi (Alavés), Gabilondo y Zubiaurre (Real), y del joven Javi Martínez (Osasuna). Hizo ficha a Garmendia e Iturriaga, que ha terminado en el Lorca. Con la llegada de Mané, lesionado Lafuente, se compró en el mercado invernal a Unai Alba, quien triunfa en el Hércules después de que Caparrós le abriese la puerta sin apenas haberle visto.

Para esta campaña, Susaeta y Vélez ya tienen su hueco en la plantilla, su número entre los 25. Serán los otros fichajes, diferentes a los de Toquero y Del Olmo. Salvo que haya un sorpresón, la única opción que queda de refuerzo es Yuri Berchiche. Y está difícil. El Tottenham, su actual club, no parece dispuesto a una cesión, sí traspasaría pero a un precio elevado.