Hiddink despierta a Grecia de su sueño de campeón

Cuatro años después de Portugal, los griegos se bajan de su tren de campeones en la primera estación posible. Y se bajan atolondrados, con la sensación de que aquello fue apenas un sueño. Les gritó Suecia en la primera jornada y les acabó de despertar Rusia.

¿Revolución o retoque? Después de las derrotas, a Rehhagel y Hiddink les asaltaron las dudas. El holandés acertó. Con la presión de la Prensa, de la afición y de los millonarios (Abramovich estuvo ayer en la grada), cualquier otro técnico habría tirado la casa po la ventana. Pero si algo ha traido Hiddink al fútbol ruso, acostumbrado a hacer las cosas por las bravas, es pausa, sentido común. Guus mantuvo el esquema (4-1-4-1) con dos variaciones: metió el jefe Ignashevich por Shirokov y al joven Torbinski por Sychev, inédito ante España. Ignashevich no se dejó robar la cartera como había hecho Shirokov ante Torres. Y de las botas de Torbinski salió el gol de la victoria, un balón aéreo en el que cantó Nikopolidis, la puso Semak y remató a placer Zyryanov (0-1, 32').

Pero Rehhagel volvió a equivocarse. Algunos verán revolución en su cambio de dibujo, pero en realidad sólo hubo maquillaje: quitó un central de la defensa (Antzas) y lo puso en el medio del campo (Patsazoglou). Por eso Grecia, al menos en la primera parte, fue casi un clon de lo visto en su debut: un equipo pegado a sí mismo, sin más afán que defenderse.

Gran Pavlyuchenko. Más por necesidad que por convicción, los griegos tocaron a rebato en la segunda parte y se produjo un intercambio de golpes. Pudo marcar Charisteas, al que en esta Eurocopa han abandonado los dioses. Pudo Gekas. Pudo, sobre todo, un gran Pavlyuchenko. Al espigado ariete del Spartak, como ocurrió con otros tantos, la noche y los caprichos le cierran el camino hacia la condición de crack. Aún está a tiempo a quitarse ese equipaje, sentar la cabeza y hacerse un hombre y un nombre. De momento le espera Suecia con los cuartos en juego. Le espera, si la rodilla le respeta, uno que ha llegado a donde aspira él: Zlatan Ibrahimovic. Grecia deberá buscarse un técnico nuevo, y, si puede ser, un delantero como ellos.

Rehhagel: "Sin marcar no se puede ganar"

"Siempre he dicho que Grecia no dispara a puerta y por contra nuestros rivales sí lo hacen. Rusia jugó increíblemente rápida y tuvo una coordinación muy segura. Esperaba al menos un gol, pero no se ha producido. Y si no marcas está claro que no puedes ganar. Ellos, por su parte, han aprovechado su ocasión, que viene de un error nuestro, y ahora nos toca hacer las maletas y volvernos a Grecia".

Hiddink: "Hubo ocasiones para sufrir menos"

"Hemos dispuesto de ocasiones para sentenciar el partido y sufrir menos, pero Grecia ha empujado mucho en la segunda parte. Ahora tenemos que preparar el choque decisivo ante Suecia, en el que recuperamos a un jugador muy importante para nosotros como Arshavin. Estoy satisfecho con el juego de mis jugadores y creo que hemos merecido la victoria y sumar los tres puntos. Es un día feliz".

El griego Gekas, en ambulancia

El delantero de Grecia Theofanis Gekas abandonó las instalaciones del estadio Wals-Siezenheim de Salzburgo en ambulancia. El ariete entró en el terreno de juego a la hora de partido en sustitución de su compañero Liberopoulos. Durante el partido no pareció sufrir ningún golpe que justificara su marcha en ambulancia. En la expedición helena no se quisieron pronunciar al respecto.