Roger Guerreiro nació en Sao Paulo, Brasil, en 1982. Se crió como jugador en su país natal y en 2000 ascendió a Primera con el Sao Caetano, jugando como lateral izquierdo. Hoy, ocho años después, Guerreiro, que también fue jugador del Celta de Vigo durante unos meses, es el goleador de Polonia en la Eurocopa. "Ni yo lo hubiera imaginado nunca, pero el fútbol me ha llevado por este camino. Estoy orgulloso de ser brasileño y polaco a la vez, y muy feliz de haber podido participar en una Eurocopa. Es algo que podré contar a mis nietos", dice el jugador en portuñol, una mezcla entre el portugués y el español.

Antes de firmar por el Celta participó con el Corinthians en la Libertadores, pero una entrada sobre D'Alessandro jugando ante River le llevó a la suplencia y le obligó a dejar el equipo y la ciudad. De Sao Paulo se fue a Río de Janeiro para jugar en el Flamengo y llegó en Vigo en el mercado de invierno de 2005. Guerreiro explica en la zona mixta del Prater en español su periplo: "Me hice polaco en marzo pasado. Sabía que si me nacionalizaba podía jugar la Eurocopa. Era mi gran ilusión. Me prepararon una gran ceremonia a la que incluso asistió el presidente del país, Lech Kaczynski, y me dieron el pasaporte. Después fui convocatoria por Beenhakker...".

El partido ante Austria fue su tercer encuentro. Sus condiciones no pasan inadvertidas y Roy Hodgson, técnico del Fulham, le votó como mejor del partido: "Técnicamente fue el mejor de todos los que había sobre el campo".