El Consejo de Administración del Levante tensó ayer la cuerda de las negociaciones con el grupo inversor que quiere comprar el club granota y así lo demostraron las palabras de su portavoz. "Nosotros ya hemos hecho lo que debíamos y ahora esperamos que llegue el dinero que dijeron", manifestó Víctor Santamaría.

Como muestra de la presión que quieren meterle a Tomás Carmona y Juan Anguix, desde el club contactaron el pasado miércoles con Antonio Blasco, que supuestamente ya queda fuera del juego de la compraventa de las acciones. Sin embargo, Blasco, de momento, es cauto y no quiere entrar en las argucias de la directiva granota.

Desde el grupo inversor se mantiene la calma y ayer aseguraron a este periódico que las negociaciones siguen en marcha y que podría firmarse el traspaso entre el lunes y el martes. De hecho, Tomás Carmona tenía previsto reunirse entre hoy y mañana con Lucas Alcaraz para explicarle su proyecto deportivo e intentar cerrar al técnico granadino este mismo fin de semana. El entrenador todavía no sabe nada de este grupo y se mantiene a la espera de recibir una llamada, pero no le desagrada la idea de ser mánager general del Levante. Por su parte, Fernando Vázquez, otro de los técnicos que gustan, también mantiene un silencio cauto.

El Consejo desea "ver el dinero"

Los abogados del grupo y los del Levante continuaban ayer negociando las condiciones en las que salvar el último escollo: que el club recupere las funciones otorgadas a la Fundación, sobre todo el manejo de la cantera. Los inversores se mostraron bastante optimistas con respecto a la posibilidad de que, finalmente, se firme el próximo lunes o, a más tardar, el martes.Desde el Consejo apuntan que Pedro Villarroel no pondrá ningún tipo de problema, y de lo contrario el inversor crearía una nueva fundación.