Zlatan llega a tiempo

Cuatro años después de sorprender a Europa, Grecia debate su rol en su defensa del campeonato. Ser favorito y ejercer con tal, al ataque, o volver a esconderse tras la segura cortina de los tapados. Entrenadores, futbolistas y aficionados ajenos ya han sentenciado: los griegos no tienen, a priori, posibilidades de repetir. Pero el seleccionador Rehhagel aguarda con la navaja: "La táctica es nuestra arma secreta". Otto sólo habló ayer, porque lo obliga la UEFA antes de los partidos, pero no hay quien le arranque una palabra. Ese misterioso discurrir fue lo que le llevó hasta el título en Portugal y esa será la táctica aquí. Así pues, ya sabemos lo que nos espera de Grecia: defensa, especulación... ¿Por qué si no habría mantenido a 11 de los 23 héroes de 2004?

Suecia ha perdido su identidad. Esas ganas de disfrutar del fútbol por encima del resultado. La presión se cierne sobre una gente que se ha acostumbrado a llegar lejos en las fases finales y a los que en este torneo le alumbra poco. Al equipo más viejo del torneo sólo le queda un foco: Ibrahimovic. El ariete se lesionó la rodilla el mismo día que le dio el Scudetto al Inter. Y la secuela le ha durado hasta estos días. Zlatan no ha completado un entrenamiento con su selección. En Italia ha vuelto a superar los 20 goles y con su selección no marca desde octubre de 2005.

Lagerback, con quien tuvo un choque de egos, le sigue teniendo confianza porque tiene poco a lo que agarrarse. Linderoth y Ljungberg se han pasado medio año en la enfermería y ahora sólo se arrastran. Suecia pide a gritos su suplencia y Lagerback cederá. Pero Ibrahimovic es intocable. Dos épicas frente a frente: el Cid Zlatan contra los griegos de Ulises Rehhagel, agazapados de nuevo en su caballo de Troya.

El ex culé Larsson también apunta a la titularidad

Lagerback tiene decidido el equipo desde hace semanas pero no lo ha querido desvelar. En los últimos días, eso sí, ha ganado enteros la posibilidad de que el ex barcelonista Larsson, que ha vuelto en la Eurocopa tras haberse retirado de su selección, pueda formar al lado de Ibrahimovic. El interista fue sincero ayer: "No sé si puedo jugar 90 minutos, pero estoy desesperado por saltar al campo". La necesidad de que juegue Zlatan ha sido una de las pocas cosas en las que han coincidido estos días la Prensa sueca y el seleccionador.