Rusia lleva 20 años sin llegar ni a los cuartos

Rusia es uno de esos rivales que nos dan consuelo cada vez que lloramos con lo de que "no pasamos de cuartos". Ni a esa fase ha llegado el equipo euroasiático en los últimos 20 años. En seis de los últimos grandes torneos se quedó en la liguilla previa. En otros tres, ni siquiera se clasificó para la fase final.

En 1988, el penúltimo equipo que representaba a la Unión Soviética en un torneo mayor logró alcanzar la final de la Eurocopa de Alemania y la perdió contra Holanda. Desde entonces, la caída del telón de acero y la posterior atomización en un sinfín de federaciones han mandado al fútbol de Rusia a la segunda fila internacional. El desplome comenzó en el Mundial de Italia 90, donde la todavía la URSS sufrió el sonrojo de quedar última en su grupo de clasificación. Idéntico resultado logró en la Eurocopa de Suecia 1992 la entonces CEI, Comunidad de Estados Independientes, puente entre la URSS y la conversión en un montón de estados diferentes entre los que está Rusia.

Rusia ya era Rusia en el Mundial 94, otra aventura fallida durante la liguilla, y a partir de entonces ha alternado este discreto resultado con otro aún más sonrojante: no clasificarse para una fase final. En 1998 se quedó fuera del Mundial de Francia, un desastre que le ha ocurrido otras dos veces: para la Eurocopa de Bélgica y Holanda y para el Mundial de Alemania 2006.