Olvídense de Arshavin: el peligro es Pavlyuchenko
Rusia goleó a Lituania y el ariete del Spartak lo bordó


Hasta Burghausen, en la Baviera alemana más profunda, se marchó Hiddink para seguir jugando a eso tan suyo, zorro viejo este holandés, de esconder las cartas y hacerse la víctima. Así lo ha bordado con otras cenicientas, como Corea (bien que lo sabemos) en 2002, o con Australia en 2006. Y así pretende sorprendernos con Rusia en este junio austríaco, aunque le desquicien los problemas en ataque. Ayer, Guus se olvidó de los males en un bolo veraniego con Lituania como sparring que le sirvió para subir la moral de su tropa y darle minutos a Arshavin, sancionado hasta el tercer partido. Ni el ratoncillo ruso ni Pogrebnyak son problema ya para Luis, que deberá estar atento a otros, Zirianov y Pavlyuchenko, sobre todo.
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Por mucho que enredara con los suplentes, a esta Rusia se le acabó viendo el plumero. Y todo, aunque en la primera parte quien mereció engordar el marcador más de lo que lo hizo (Savenas, al 22') fue Lituania, que se puso de gol al menos tres veces. Rusia sólo una, y lo fue. De Zirianov, un medio camaleónico capaz de convertirse en extremo y delantero en la misma jugada. La recuperó, avanzó hacia el centro y la mandó a la escuadra con su gran zurda.
Con aquellas se llegó al descanso, a un carrusel de cambios y a la decoración que Aragonés debe esperar para el día 10. Fútbol de contragolpe, ni una concesión al tiqui-taca. Dos jóvenes, una revolución. Bilayetdinov dirigiró las contras por banda y Pavlyuchenko resolvió en el área. El corpulento delantero del Spartak construyó dos jugadas que definieron el encuentro: 2-1 control y chutazo, cuyo rechace convirtió Arshavin; y 3-1: una perla de sombrero con el que dejó sentado a su marcador y un disparo sin bajarla, a la red. Para rematar la faena, se inventó un penalti que falló Bilya. Pues no. Ni dudas para Luis Aragonés ni escondites de Hiddink. El día 10 jugará Pavlyuchenko. Si el acertadísimo Mijatovic lo metió en la cartera de futuribles para el Madrid (y estará todavía, seguro), por algo será.



