Amistoso | Suecia 1 - Eslovenia 0
Ibrahimovic bostezó viendo ganar a Suecia
Tedioso triunfo sueco sin el gigante ariete del Inter
Suecia es una selección aseada y previsible. Tan tibia como el sol que calienta sus lejanas tierras. Aglutina a un puñado de burgueses del fútbol europeo, con lo que le basta para acudir puntualmente a las grandes citas. Pero está hipotecado a ese larguirucho malencarado que es Zlatan Ibrahimovich. Un jugador de gran talento y maneras destempladas capaz de convertir el salmón en beluga. Y mientras él frota la lámpara, el resto de sus compañeros suelen corretear animosamente a su alrededor.
Ayer Ibrahimovich bostezaba en el banquillo aquejado de unas leves molestias en su rodilla viendo las evoluciones de sus compañeros. Suecia comenzó apechugando a Eslovenia con un fútbol viscoso en ataque, donde Lagerback apostó por el trotamundos Kennedy Bakircioglü junto a Allback. Bakircioglü, bagueteado en Suecia (Hammarby), Grecia (Iraklis) y Holanda (Twente y Ajax) antes de asomarse a la selección, derrocha un fútbol miope. Con Allback y Kennedy estorbándose en el frente de ataque, el gol sueco llegó en una jugada de entrega y corazón del trotón Tobias Linderoth, el ancla en la medular, que persiguió una pelota en el área eslovena y se acabó encontrando el tanto del triunfo tras fallo incluido de Handanovic. Eslovenia sembró algunas dudas en la zaga sueca con un par de balones a la espalda de los centrales para Sisic, pero los del Adriático aún están más tiernos que Bambi y tienen menos expectativas que quien baila con su hermana.
Lagerback dejó en la ducha a Bakircioglü y Allback dando entrada a una pareja más lustrosa: Henrik Larsson y el animoso Elmader. Pero ni por esas. Mientras atardecía en un primaveral Goteborg, Suecia, acunada por la plácida Eslovenia, lograba la victoria provocando los bostezos de Ibrahimovich en el banquillo. Será con él o no será nada.