Hleb medita acogerse a la 'normativa Webster'

Arsene Wenger está utilizando su talento como hipnotizador para vender una idea de club en la que mucha gente ya no cree. Alexander Hleb es uno de ellos. El versátil interior le ha servido a Wenger durante cuatro años jugando sobre todo por la izquierda, pero también por la derecha, y ha crecido al lado del preparador francés. Aún así el bielorruso preferiría cambiar de aires y estaría dispuesto a utilizar la conocida como 'normativa Webster'.

Wenger no tiene claro que eso sea una solución que acabe contentando al propio futbolista. "Lo que dice la gente sobre la cláusula de rescisión, el artículo 17, es un poco confuso: os aseguro que es mucho más complicado que simplemente decirle al club que te quieres ir con tres meses de antelación", asegura el francés. "Los directivos no están dispuestos a dar ese paso y los propios futbolistas temen por su carrera si lo hacen. Es por eso que sólo ha habido un jugador que haya utilizado esa normativa".

Lo piensa.

Wenger sabe lo que dice. Hleb no está del todo decidido a dar el paso definitivo que le acerque a uno de los grandes europeos. No se trata solamente de abandonar el Arsenal, un club por el que siente pasión pero en el que cree que ha podido tocar techo, y la liga inglesa, una competición que cada día le atrae menos por la dureza de sus defensas. Para hacerlo a un precio asequible, teniendo en cuenta que le quedan dos años de contrato, debería utilizar el famoso artículo 17 del Reglamento que regula las relaciones entre los futbolistas y los clubes. Según dicho artículo, cualquier futbolista podrá rescindir unilateralmente y sin causa justificada el contrato con su club siempre que tenga al menos 23 años y esté en su tercera temporada de contrato aunque le queden más por cumplir. El club recibirá una indemnización establecida por la FIFA. La nueva normativa entró en vigor hace dos años rodeada de silencio y oscuridad y siguen sin aclararse los efectos que su aplicación tendrá en el mercado (en el peor de los casos podría dejar al futbolista sin jugar unos meses). Son estas dudas las que han impedido a Hleb decidir.

Es caro.

En principio, ninguno de los tres equipos interesados estaría dispuesto a hacer el esfuerzo que requeriría el Arsenal: por encima de los 25 millones de euros. "Queremos que Hleb se quede", insiste Wenger. "Queremos que sea parte de nuestro equipo. Y punto. Hemos perdido a un jugador, no queremos perder a nadie más. Cesc va a ser el mejor centrocampista del mundo si no sufre lesiones, está cuatro o cinco años por delante de un jugador medio. Hleb debería querer jugar a su lado".

Desde la distancia puede parecer extraño que se dude del trabajo de Wenger, pero tres años sin ganar títulos han creado dudas entre la plantilla, aunque menos entre la afición, los medios de comunicación o el propio club. "Jugamos del modo que jugamos porque es la mejor manera de ganar y nos va mejor con el tipo de futbolista que tenemos. Solamente cuatro equipos se han clasificado para Europa cada año durante la última década y nosotros somos uno de ellos. Ahora debemos volver a ser otra vez el mejor equipo del país y regresar a la élite europea. Estamos muy cerca de ello y necesitamos en nuestra plantilla a Hleb y a Cesc".