Reunión de Guardiola con Ronaldinho por su futuro

El futuro de Ronaldinho Gaúcho inquieta a muchos barcelonistas, y entre ellos se cuenta el futuro entrenador del primer equipo, Pep Guardiola. Aplicado en su nueva labor de planificación, que compagina con su responsabilidad como entrenador del Barcelona B -que se juega el ascenso a Segunda B en los playoff-, Guardiola quiso llegar a la reunión del lunes tarde con los deberes hechos. Y esta labor pasaba en gran medida por saber qué piensa hacer Ronaldinho en el futuro inmediato.

Apartado de la actividad de la plantilla desde el 3 de abril por culpa de una rotura fibrilar en el aductor medio de la pierna derecha, el crack brasileño no ha abierto la boca ante la prensa desde el 27 de agosto de 2007. Nadie sabe cuáles son sus planes profesionales a partir del 30 de junio, cuando los contratos dicen que se ha acabado la temporada.

Roberto de Assis, hermano y agente de Ronaldinho, alcanzó un acuerdo con el Milán consistente en cuatro años de contrato a razón de ocho millones de euros netos por cada uno, pero a ese pacto siguieron después numerosas declaraciones que parecen haber enfriado el interés por fichar a Ronaldinho.

La clasificación final del Milán, quinto, le permite sólo disputar la próxima Copa de la UEFA, un torneo menor para un club de su presupuesto e historia. Este hecho podría hacer que los italianos reculen aún más en su pretensión por ficharle, lo que reduciría sus opciones de salida a la oferta del Manchester City; pero Ronaldinho no quiere ni oír hablar de la posibilidad de jugar en ese equipo de la Premier.

Guardiola habló con el crack (de quien dijo hace tiempo que es "su debilidad" como futbolista) la semana pasada. Supo de su boca cuáles son sus planes y, sobre todo, cuál sería su predisposición si tuviera que quedarse en el Barça. Y con eso se presentó a la reunión.

El técnico sigue sin contrato

Joan Laporta aseguró el domingo que "lo tenemos todo hablado y faltará cerrarlo", en referencia al contrato de Pep Guardiola como nuevo responsable de la primera plantilla del Barça, a partir del 1 de julio. Hasta ayer, ese compromiso seguía en el aire, sin plasmarse sobre el papel y, por lo tanto, sin firma de Guardiola. Pese a ello, el técnico del filial continúa trabajando en la planificación de la próxima temporada, tras haber recibido garantías.